El fabricante de automóviles Volkswagen confirmó ayer que uno de los programas informáticos en los motores que fabricó durante la segunda mitad de 2015 presentan problemas en la recarga de sus baterías.
La empresa, inmersa desde finales de octubre en un escándalo por la manipulación de emisiones en millones de sus autos a través de softwares fraudulentos, confirmó así una información del diario alemán Die Welt.
Las baterías de estos motores fallan en la recuperación de energía durante el frenado, un sistema de generación eléctrica que aprovecha la energía cuando se usan los frenos.
“No afecta a los consumidores”, según comentó un portavoz de la compañía a DPA. Sólo después de seis o siete años de uso podría repercutir en la prestación de la batería.
Volkswagen está estudiando cómo actualizar el software durante las inspecciones rutinarias de los vehículos.
Corea impone multa. Corea del Sur se convirtió en el primer país fuera de Estados Unidos en castigar a Volkswagen AG por las pruebas de emisiones fraudulentas, imponiendo al fabricante automotriz una multa récord y ordenando la revisión de 125 mil 522 vehículos.
El Ministerio de Medio Ambiente surcoreano dijo que había ordenado a la sede de la planta alemana en su país que le remita antes del 6 de enero de 2016 un plan de revisión de vehículos, después de salir a la luz que el mayor fabricante europeo de automóviles había manipulado los dispositivos medidores de las emisiones diesel en vehículos con motores más antiguos.
Además, el país asiático multó a Volkswagen Corea con 14 mil 100 millones de wones (12 mil 310 millones de euros), la sanción económica más alta impuesta a un fabricante automotriz en Asia, siendo el cuarto sector más importante del país, una decisión que podría afectar la venta de coches importados.
“Las medidas de hoy son similares a las que están aplicando otros países. Alemania obligó a retirar vehículos, mientras que Estados Unidos ha abierto un proceso para fijar el monto de la multa que impondrá”, dijo la analista de Samsung Securities, Esther Yim.
“Sin embargo, esta es la multa más alta impuesta por Corea a un fabricante automotriz por un sólo asunto y podría hacer mella en la cuota de mercado de los automóviles importados”, añadió.
Varios funcionarios anunciaron que el Gobierno habrá completado las pruebas que ha realizado a otros 15 fabricantes de modelos diesel en abril, lo que ha creado un incómodo ambiente de incertidumbre en un momento de ralentización de la venta para los importadores en un mercado automovilístico que ocupa el puesto 11 del ránking mundial.
Las ventas de importaciones alemanas con motores diesel han ido ganando terreno en los últimos años en el mercado surcoreano, dominado por fabricantes nacionales como Hyundai Motor y Kia Motors.
Sin embargo, se contrajo de un 15,7 por ciento en septiembre a un 12,34 en octubre, el porcentaje más bajo desde julio de 2013, según indicó la Asociación Coreana de Importadores y Distribuidores de Vehículos.