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Las microfranquicias se convirtieron en una nueva opción para emprendedores que cuentan con pocos recursos para iniciar un negocio y que prefieren apostar a productos probados, y es uno de los nuevos nichos para nueve empresas que impulsan este esquema en México.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los mexicanos representan un consumo de 170 mil millones de dólares, y se tiene una población con intuición, destrezas personales y carácter para emprender, a pesar de que hay quienes no tienen estudios.
La Secretaría de Economía aseguró que la importancia de las microfranquicias radica en que además de generar empleo, son accesibles porque su inversión inicial oscila entre 6 mil 500 y 50 mil pesos. Entre las nueve marcas que actualmente ofrecen ese modelo destacan Pepsico, Nescafé, Masisa, Peñafiel y Microsoft.
Además, se desarrolla un modelo con la mexicana Cemex y se tiene otro en proyecto para labores de plomería. Estas microfranquicias se venden entre 14 mil a 90 mil pesos, pero se pueden conseguir apoyos del Instituto Nacional del Emprendedor, porque se trata de un producto que atiende a la base de la pirámide, explicó la gerente de nuevos negocios de Fundes México, Silvia Mancilla.
Después de 12 años de recibir un salario fijo, cada quincena, y de apostar a un proyecto que no tuvo éxito, Hugo Barbosa decidió tener su microfranquicia. Con la experiencia que le dio la carrera de diseño industrial, las presiones económicas y las necesidades de llevar a casa el sustento, Hugo se lanzó a la aventura de firmar un contrato por cinco años con una empresa peruana Masisa, que ofrece microfranquicias en México.
Ahora Hugo vende muebles de madera que él mismo diseña, lo cual le permitió salir de sus deudas y generar suficientes ingresos para atender a su familia, aunque ello significó que durante varios meses tuvo que trabajar de lunes a domingo, sin descanso. La fórmula dio frutos porque ahora ya cuenta con un asistente y se incrementan los contratos que recibe.
Este tipo de opciones es viable para la población mexicana que está por encima de la brecha de la sobrevivencia, pero que requieren complementar sus ingresos con actividades extras, o que en lugar de depender de un sueldo prefieren ser emprendedores, aseguró.
Incluso, hay microfranquicias para personas de bajos recursos con ingresos de entre 4 y 10 dólares al día.