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Volkswagen llama a talleres a 1.950 autos diésel en China para corregir el software del motor que, según reconoció la automotriz alemana, falseó los resultados de las pruebas de emisiones.
La orden afecta a 1.946 utilitarios deportivos Tiguan y a cuatro Passat B6, todos ellos importados, explicó la empresa el lunes. La firma está desarrollando soluciones técnicas que todavía tiene que remitir a las autoridades chinas para su aprobación, agregó.
El negocio de Volkswagen en China, el mercado automovilístico más grande del mundo por número de coches vendidos, no se vio muy afectado por el escándalo de emisiones dada la baja popularidad de los autos diésel. Pero las empresas extranjeras son controladas de cerca por las autoridades del país y medios estatales publicaron noticias que sugerían mala conducta.
La mayor automotriz europea reconoció que instaló software de "dispositivo de desviación" en vehículos Volkswagen y Audi. El sistema se activaba cuando los autos se sometían a controles de emisiones, pero se apagaban durante la conducción para mejorar el rendimiento.
En total, 11 millones de coches en todo el mundo cuentan con este software, dijo la empresa.
"Volkswagen quiere pedir sinceras disculpas por cualquier inconveniente causado a nuestros clientes", dijo la empresa en un comunicado.
Queremos asegurar que vanos a hacer todo lo humanamente posible para recuperar su confianza y ocuparnos de cualquier preocupación".
El uso del diésel está más generalizado en los camiones de la segunda economía más grande del mundo, pero solo un 0,3% de los turismos vendidos el año pasado en el país, unos pocos miles, emplean este combustible.
Volkswagen es, junto con General Motors Co., una de las marcas de coches más populares en China, donde se enfrenta a una inesperada y fuerte caída del mercado y a rápidos cambios en los gustos de los consumidores.
Las ventas de autos en China bajaron en agosto por tercer mes consecutivo, con un descenso del 3,4% con respecto al año anterior.
Según VW, la debilidad del mercado chino fue la causante de un descenso del 16% en sus resultados del segundo trimestre. Las ventas del primer semestre en el gigante asiático cayeron un 0,5%.
El presidente de VW China, Jochem Heizmann, dijo a periodistas en abril que la empresa se quedó atrás en su expansión en el mercado por la falta de productos económicos en la gama de SUV, cuyas ventas están en aumento.
En 2013, Volkswagen llamó a talleres a 384.000 autos en China para arreglar las cajas de cambios luego de que la televisora estatal publicara quejas sobre ellas.
mgg
