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La industria automotriz en México se verá beneficiada por el buen desempeño de la economía estadounidense, a donde exporta 70% de la producción total, pues este año se prevé un crecimiento de entre 2 y 3% del PIB de ese país, y de entre 2.5 y 3.5% para 2016, expuso Alonso Sánchez, analista senior de Moody's.
Además del crecimiento económico, los factores que favorecerán el consumo de vehículos nuevos en Estados Unidos son una mayor oferta de autos más eficientes y menores precios de los combustibles, lo que propiciará la compra de unidades de mayor tamaño.
“Todavía hay ventas rezagadas, durante 2008 y 2009 hubo muchos vehículos que los consumidores dejaron de comprar. También hubo años donde los consumidores estadounidenses estuvieron cambiando sus autos más grandes por vehículos más pequeños, porque gastaban menos combustible, pero esa tendencia se ha revertido”, explicó Sánchez.
Con este escenario, Moody’s estima que la producción de vehículos en México alcanzará 4 millones de unidades en 2017, es decir 900 mil unidades más que en 2014.
Lo anterior ayudará a que México incremente su participación en la producción total de vehículos en Norteamérica, para pasar de 12% en 2014 a 25% en 2019.
No obstante, la situación de Brasil afectará a las exportaciones mexicanas de vehículos ya que el PIB de Brasil caerá entre 1.5% y 2.5% en 2015 y podría caer otros 0.5% en 2016.
“Las exportaciones pudieran no crecer tan rápido hacia Sudamérica, pero no impactará de manera tan fuerte, el problema sería si fuera Estados Unidos”, dijo Sánchez.
Moody’s destacó que después de Estados Unidos, los principales mercados de exportación son Canadá con 11% de las exportaciones; Alemania con 4% y después Brasil, con solo 2.8% de las exportaciones totales.
Mercado interno. Sobre la situación de las ventas del mercado interno, Sánchez comentó que la volatilidad en el tipo de cambio provocará un alza de precios en los vehículos.
“Yo creo que va a haber un incremento para apretar la brecha del tipo de cambio que pudiera afectar a las compañías de vehículos, no me atrevería a dar un rango de inflación, pero yo creo que sería para acortar ese rezago entre los precios de los vehículos que están por debajo de la inflación del país”, explicó Sánchez.
La caída de los precios del petróleo también afectará las ventas en el mercado interno, ya que habrá menos gasto público.
El incremento de precios dependerá de cada empresa y de factores como el precio de los insumos, el desarrollo de nuevas plataformas y logística, así como el costo de algunas materias primas como el acero.
En el caso de los fabricantes de autopartes, Moody’s explicó que casi todos tienen contratos preestablecidos con las armadoras, lo que les permite repercutir inmediatamente sobre el producto final los incrementos de precios de las materias primas como aluminio, acero y plástico.