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A pesar del tipo de cambio actual, la lenta recuperación en Estados Unidos ha limitado el envío de remesas a México. Según la firma Western Union, durante el primer semestre de 2015 los flujos de dólares enviados por los mexicanos han mantenido un crecimiento de 4%.
“El aumento de las remesas tiene como causa principal la situación económica en Estados Unidos. El verdadero efecto que vemos por la variación del tipo de cambio es que entran más pesos a México por la misma cantidad de dólares. El monto por cada transacción no ha variado sustancialmente”, declaró Rodrigo García, vicepresidente y gerente general de Western Union México.
El directivo explicó que de enero a junio pasado, el envío de dólares ha sido menor si se compara con un crecimiento de 7% observado en 2014. Con esto, actualmente cada mexicano envía a sus familias en el país un promedio de 290 dólares mensuales.
“La reactivación de la construcción en Estados Unidos había generado una cantidad de puestos de trabajo impresionante, lo cual hizo que los envíos de remesas hubieran crecido hasta 7.8%. La creación de empleos sigue, pero no al mismo ritmo de 2014 y ahora tenemos crecimientos de 4%, que no es nada despreciable”, destacó.
En contraste, los que sí están teniendo complicaciones son los mexicanos que envían dinero a Estados Unidos desde territorio nacional, en su mayoría padres de familia que pagan estudios a sus hijos en la unión americana, ya que el tipo de cambio actual ha forzado a que incrementen el capital que destinan para este propósito.
“Para poder enviar la misma cantidad de dólares tiene que poner más pesos a causa de la variación del tipo de cambio. En este caso, el promedio aproximado es de 400 dólares por cada transacción hacia el exterior”, explicó.
Hacia el cierre del año, se espera que el comportamiento de la economía estadounidense tenga un crecimiento moderado, con lo cual, los envíos de remesas a México se mantendrán en la misma tendencia actual con lo que se espera terminar 2015 con un crecimiento apenas superior a 4%.
Las remesas que reciben familias mexicanas representan hasta 50% de sus ingresos, principalmente en estados como Michoacán, Oaxaca y Guerrero.
