La Secretaría de Economía (SE) de México solicitó ayuda a los empresarios gasolineros para frenar el robo de combustibles mediante el cumplimiento sin excepciones de las normas que establecen cómo deben funcionar las bombas que expenden combustible al público.

"Confiamos en que la industria gasolinera es una industria decente pero bien sabemos que hay malos" ejemplos, dijo Alberto Esteban, director general de Normas de la Secretaría de Economía (SE) a los asistentes de Expogas, foro organizado por la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES) , que cuenta con 54 empresas afiliadas en México.

Esteban comentó que no todas las modificaciones a las bombas son necesariamente dolosas, pero que hay que establecer mecanismos de vigilancia que garanticen a los consumidores que se les suministre la cantidad de gasolina que pagan.

"Una vez que se ha puesto un holograma de control (en una bomba despachadora) debería no alterarse para no hacer la travesura que cambie los litros de a litro" , pidió Esteban a los gasolineros.

El fenómeno conocido como litro de a litro surgió a raíz de denuncias sobre la práctica de algunas estaciones de servicio que no despachan la cantidad de combustible que los usuarios pagan.

Por cada 40 litros que paga un automovilista, en promedio, le sirven 1,2 litros de menos sólo en la capital del país.

Hace unos meses, Lorena Martínez, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) , informó de que continuarán las inspecciones a estaciones de servicio pese a los amparos presentados por 180 de las más de 11.500 gasolineras del país.

Actualmente las autoridades trabajan en la creación de una Norma Oficial Mexicana (NOM) mejorada e "inviolable" que no puedan alterar los responsables de las estaciones de servicio.

"Una vez que se ha puesto un holograma de control (en una bomba despachadora) debería no alterarse para no hacer la travesura que cambie los litros de a litro" , pidió el representante de la SE.

Las normas vigentes, la 05 y 185, son las que regulan y dan los parámetros técnicos con los que deben funcionar las bombas que expenden el combustible al público.

La norma 185 se refiere al software que controla los dispensarios de gasolina y que permite que el Centro Nacional de Metrología (CENAM) mida la cantidad exacta de combustible que se despacha a cada vehículo y faculta a la Profeco para que fiscalice a las estaciones de servicio.

"También habrá que incorporar en la norma los instrumentos de medición que garanticen la cantidad de gasolina que ellos (los gasolineros) reciben" , dijo Esteban después de escuchar las demandas de los asistentes al Foro.

"Siempre hay malos jugadores de fútbol. También hay gasolineros que puedan salirse de la norma, pero no es el común de nuestros clientes" , puntualiza Francisco Javier Castro Canchola, director de Expogas y miembro de AMPES.

crs

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