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¿Puedes describir tus mayores éxitos profesionales y todo eso que haces bien relacionado con el trabajo? Si te quedaste pensando durante un rato y te entraron las dudas, entonces estás en problemas porque hablar bien de ti mismo muy probablemente va a ayudarte a conseguir el trabajo que deseas. No te preocupes, esto no sólo no se te da bien a ti, sino que no se le da bien a la gente en ninguna latitud.
Un estudio de LinkedIn encontró que casi un cuarto de los trabajadores de todo el mundo tiene que esforzarse para hablar de sus éxitos profesionales. Y al hablar de los trabajadores mexicanos más. Casi 40% siente que está presumiendo cuando habla de algo que hizo bien. Curiosamente, los trabajadores de entre 25 y 34 años son los más preocupados por ello.
“Ser capaces de articular claramente nuestros logros en el trabajo es el primer paso para hacernos notar”, asegura Catherine Fisher, experta en desarrollo de carrera de LinkedIn, en el documento realizado por la empresa. Hacerse notar es sólo el primer paso para que después podamos cosechar los éxitos. Pero mientras referirse de sí mismo es complicado, hablar de los demás no lo es tanto. A escala global, a 52% le resulta mucho más fácil hablar de los éxitos de sus colegas. En lo que a México respecta, los profesionales se sienten más cómodos destacando los éxitos profesionales de sus amigos, según el análisis.
“Nuestra encuesta muestra que casi tres de cada 10 trabajadores en México no están seguros de describir sus éxitos profesionales de forma efectiva si tuviesen la oportunidad de hacerlo ante la empresa de sus sueños”, comenta Fisher.
Y esto es grave porque hacerlo, sea en una entrevista de trabajo o dentro de la misma empresa, es lo que los puede llevar, precisamente, a conseguir el trabajo de sus sueños.
Por evitar la presunción, por un sentimiento de inferioridad. Sea cual sea la razón, nosotros nos solemos sentir menos o no hablamos sobre qué tan bien hacemos las cosas.
“Los mexicanos se cohíben frente a otros profesionales, incluso cuando es con sus pares en otros países. Los mexicanos son inseguros, se sienten menos frente a los demás y es algo muy visible”, asegura Arleth Leal, directora asociada de Red Ring, una empresa especializada en capital humano que ha visto este caso una y otra vez.
Todo esto parte desde conocer y explicar qué es lo que se hace en el puesto que actualmente se desempeña. Esto importa porque si eres capaz de hacerlo bien frente a un reclutador, pueden aumentar las posibilidades de que te quedes en ese puesto. 60% de los que están cercanos a los procesos de reclutamiento considera que esto puede ayudar favorablemente a los candidatos y éstos tienen más posibilidades de conseguir el puesto si lo hacen bien en una entrevista.
Puede sonar ilógico; sin embargo, conocer lo que haces y tenerlo bien identificado te va a ayudar más de lo que imaginas. Pero no sólo de manera vaga, sino es necesario que lo sepas y lo puedas contabilizar.
¿Por dónde empezar?
Antes de que empieces a armar una gran historia sobre ti y lo bueno que eres —porque la contraparte de este mexicano al que le da vergüenza hablar de lo que ha hecho bien, es aquel hablador que mucho dice pero poco realmente ha hecho— piensa en que lo que digas es mejor que lo hagas demostrándolo con números y detalles.
“Ten muy bien identificados y documentados estos logros, para que no se quede en dichos y que todo lo que digas tenga un respaldo que lo justifique y que en una junta lo puedas exponer”, asegura Arleth. Ya sea que lo expongas en alguna junta de la empresa, en una entrevista de trabajo o incluso en tu currículum. No temas a levantar la mano y explicar de forma concreta tus resultados y cómo llegaste a ellos.
Lo debes tener tan claro como para explicarlo en un elevator pitch. Éste es el discurso que darías a alguien en un viaje de elevador, es decir, en unos cuantos segundos. Este tipo de discursos son muy útiles cuando se es emprendedor porque en menos de un minuto te presentas y hablas de tu proyecto.
En este caso, es recomendable tener claro quién eres y qué haces bien para resumirlo en menos de un minuto para cuando sea necesario.
“Tu responsabilidad como empleado es tenerlo muy claro para que cuando se presente la oportunidad lo puedas exponer”, asegura Arleth.
En el día a día
Las juntas con tu jefe y tus compañeros, las evaluaciones de desempeño, las pláticas informales en el pasillo. Todas son una oportunidad para expresar todo aquello que has logrado bien en el puesto que tienes.
“Estos momentos de exposición son las oportunidades que la gente tiene para dar a conocer sus logros. Aprovecha estos momentos”, explica Arleth. Es importante hacerlo en el día a día; sin embargo, hay que incluso propiciar este tipo de encuentros para entablar una conversación, sobre todo los más informales ya que éstos ofrecen más libertad que cuando se está en el día a día.
“Lo más importante es que lo hagas sin este temor que da el no saber qué te van a decir. Lo peor que puedes hacer es quedarte callado, hay que buscar y generar esas oportunidades”, explica la especialista. ¿Es adecuado que en la carne asada con los compañeros de trabajo y el jefe de pronto menciones, breve pero con convicción, algún logro laboral? Sí, definitivamente.
Esto es esencial porque muchas veces los ascensos o los aumentos de salario son cuestión de percepciones, es decir, que la persona responsable de autorizarlos toma la decisión con base en lo que ella perciba. Así que es importante que cuando tengas la oportunidad de hablar bien de ti, te des vuelo, eso sí, sin traspasar los límites de la arrogancia o sonar como un disco rayado.
Mujeres, las menos expuestas
Sólo una de cada cinco mujeres mantiene una conversación de carrera con su gerente. Esto quiere decir que sólo 20% de las mujeres recibe retroalimentación sobre qué es lo que está haciendo bien o mal y en qué puede mejorar, o en la cual, ellas puedan resaltar sus logros profesionales, según el estudio Mujeres, tenemos un problema, realizado por ManpowerGroup.
Esto no las beneficia porque no les permite autopromoverse y estar abiertas a riesgos y nuevas oportunidades. Por desgracia, ellas hablan menos que sus pares hombres.
“Las investigaciones han señalado reiteradamente que las mujeres no levantan la mano hasta que saben que pueden hacer el trabajo, por lo que probablemente no busquen activamente asignaciones fuera de su zona de confort o puestos relacionados con pérdidas y ganancias”, señala este análisis. La recomendación principal del estudio va para los gerentes y las organizaciones, para que éstas se preparen para realizar esta retroalimentación de manera correcta.
Sin embargo, especialistas coinciden que también en las manos de las mujeres está que esto pueda cambiar y que puedan exponer sus logros y sus aspiraciones ante sus pares hombres y en general, hacia toda la organización.
“En las mujeres es mucho más visible esta inseguridad y mucho más enfrente de un hombre. Podrán tener una mayor capacidad pero es un problema de cultura”, asegura la especialista.