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En esta era, la incertidumbre es la única certidumbre. La era en la que vivimos no da tiempo para un respiro. Ante una realidad cambiante a cada momento, es necesario que aceptemos el cambio como algo normal.
En el mundo del trabajo, todos debemos prepararnos para la human age, un término que ManpowerGroup ha utilizado para referirse a una época —la actual— en la que lo que importa es el talento humano. Y éste, es escaso. En la que como nunca antes en la historia de la humanidad hay más personas; sin embargo, las empresas, por más que buscan, no pueden encontrar el talento que necesitan. Así describe Mónica Flores, presidenta para Latinoamérica de ManpowerGroup y autora de Cómo conseguir tu primer empleo, el panorama del mundo del trabajo actual, el cual asegura, es “hipercompetitivo, global e incierto”.
Hoy, en esta era, estudiar una licenciatura ha dejado de ser suficiente y como trabajador hay que estar consciente de los propios huecos y ventajas competitivas. Es necesario conocer nuestras propias competencias y áreas de oportunidad para empezar a trabajarlas.
Los jóvenes que egresan de las universidades hoy tienen dos posibilidades a la vez, tanto de que su búsqueda de empleo sea más difícil que nunca, precisamente por la competencia, o como de que esta sea muy sencilla debido a que han sabido prepararse con las habilidades que requiere el mercado. Al encontrarlos, las empresas habrán encontrado un diamante en despoblado: Hoy 40% de las empresas tienen problemas para llenar los perfiles que están buscando.
¿Qué es lo principal que tienen que saber aquellos recién egresados que apenas van a saliral mundo laboral?
—Deben tener claro que tener un título universitario no es suficiente, es un gran paso pero no es suficiente. Deben tener muy claro que van a entrar a un mundo hipercompetitivo, global e incierto y tienen que saber triunfar en estas tres variables. ¿Qué requiero para ser exitoso en un mundo así? Se necesita estar preparado para lo que sea, lo que implica llenar la caja de herramientas constantemente, porque las del pasado no van a servir para el futuro.
En un mundo global, por ejemplo, necesitas aprender a hablar inglés. Si no lo sabes, tendrás una limitante muy grande, no sólo para ascender, sino para obtener un primer empleo. Otra cosa que es necesaria estar consciente de las competencias que tienes hoy y de las que te hacen falta, y no sólo eso, sino trabajar para cubrirlas. Y esto hoy es tarea de los profesionales. Ellos tienen que tomar las riendas sobre su destino.
¿Los jóvenes que salen hoy de la universidad la tienen más difícil que generaciones anteriores?
—Sí porque vienen a este mundo incierto, global e hipercompetitivo. Las reglas o el parámetro en el que yo busqué mi primer empleo, no es el mismo al que se enfrentan los jóvenes hoy. México era otro país, no era el país que hoy tenemos, insertado en las economías globales.
Incluso una gran diferencia es la expectativa de empleo, la cual se parecía mucho a la de mis padres, la de tener un trabajo toda la vida. Hoy no es así, nadie espera un trabajo para toda la vida. La seguridad laboral no significa tener el mismo trabajo para siempre, sino tener las habilidades necesarias para siempre estar vigente en el mundo del empleo.
¿Este desarrollo recae en ti como individuo?
—Sí. No puedes esperar como antes a que alguien hiciera algo, el gobierno, la escuela, tus papás, la empresa. Hoy tú tienes que velar por tu propio destino y tienes que tomar la responsabilidad de tu propio crecimiento.
No es que diga que en las otras generaciones estaba todo resuelto, lo que yo digo es que era distinto en términos de la velocidad de los cambios. También trabajábamos muy duro y nos esforzábamos, pero la variable diferente es esta velocidad de cambio.
¿Cómo escoger carrera?
—Es necesario tomar en cuenta tanto qué se va a necesitar en el mundo del trabajo como qué te gusta y qué se te da. Si de plano no se te da nada de los números, es complicado que estudies ingeniería. Pero como todo, hay que tener información para tomar una buena decisión, así que necesitas saber qué se necesita hoy y qué se va a necesitar mañana en el mundo del trabajo.
A lo mejor estudiaste la carrera equivocada y te está costando mucho trabajo conseguir el empleo de tus sueños. Pues estudia otra cosa, no se acaba la vida. Ahora estudia algo que también te guste pero que sí tenga demanda en el mercado. No necesita ser una licenciatura, sino un idioma o diplomado, por ejemplo.
A veces las familias influenciamos a los hijos para que estudien lo que nosotros queremos, aunque al chico no le guste y no tenga demanda laboral en el mercado. Mala decisión por donde lo veamos. Los papás tienen que ver cómo cambia el mundo.
¿Qué tanta salida laboral tienen aquellos que no tienen una licenciatura?
—Han pasado cosas extrañas con algunos conceptos del mundo del trabajo. Hoy la palabra empresario es ¡wow!, y la palabra empleado no, como que no tienes la capacidad de emprender. Lo mismo con el que no seas licenciado.
Es una ignorancia pensar así, hoy un técnico puede ganar más que un licenciado y necesitamos revalorar el concepto. Hace falta evangelizar al mercado y también romper el molde de que los técnicos no son suficientes.
Tenemos que revalorar el sistema de certificaciones, no sabes lo que cuesta hoy cubrir un puesto de soldador de barcos, por ejemplo. Tienen una especialización importante y no hay suficientes. Este personal técnico es mal pagado porque no tiene las certificaciones básicas, porque se van haciendo en la vida. Hoy hay cursos que dan instituciones gubernamentales y académicas para profesionalizar el oficio. Y es muy importante.
Hay mucha oportunidad para quienes se quieran dedicar a oficios y volverse técnicos. Por ejemplo, los técnicos enfermeros, con un curso de inglés tienen la posibilidad de encontrar un trabajo súper bien remunerado.
Ya que a los jóvenes de hoy les costará más trabajo encontrar trabajo, ¿cuáles serían tus recomendaciones para lidiar con la frustración de buscar trabajo?
—Les va a costar más trabajo conseguirlo, pero al mismo tiempo les va a ser más fácil si se especializan en lo que se necesita, porque en México, 40% de los empleadores dice que tiene problemas para hallar al candidato ideal. Es muchísimo. Si sabes eso, es mucho más fácil que consigas empleo porque hay muy poca gente que sepa hacer lo que se necesita.
Saber hablar inglés, o tener las competencias transversales —las relacionadas con la personalidad y la naturaleza del individuo, tales como el emprendimiento, la planeación, el análisis, o la capacidad de investigación— las cuales las tienes que tener independientemente de lo que hayas estudiado o del puesto que estés buscando. Si sabes manejar una buena entrevista, tienes más oportunidad que una persona que la manejó muy mal. Aunque sepas 100% inglés y manejaste mal la entrevista, tus probabilidades van disminuyendo. Y alguien que hable inglés, no perfecto, pero sabe trabajar en equipo, otra vez, tiene otra palomita en su cúmulo de ventajas competitivas. Alguien que aporta y que está dispuesto a trabajar en equipos diversos, otra palomita. Y así.
¿Cuáles son tus principales consejos para que te vaya bien en una entrevista laboral?
—Que te prepares. Que sepas bien a qué empresa vas. Que sepas, si es posible, con quién vas. Que prepares bien tu CV y lo hagas muy dirigido a la empresa que vas. Que ensayes el tipo de preguntas que te van a hacer. Ensaya tus respuestas difíciles, practícalas, hazlo con tus amigos, con tu familia, para que no sea la primera entrevista de tu vida.
Que alguien la haga de empleador y te entreviste. Así esa entrevista formal ya no fue la primera de tu vida. Sigan estudiando, sigan preparándose, que sigan aportando, despréndanse de lo que les estorba. Es necesario desaprender lo malo.
¿Qué es lo que tiene que desaprender alguien que está por salir de la universidad?
—A que la responsabilidad es de alguien más. Es necesario dejar de lado la justificación de que no hiciste algo porque alguien no hizo su trabajo. “Es que la escuela es malísima”, “el maestro es malísimo”, “es que no me enseñaron...”, todo eso puede ser cierto, pero eso no es la explicación de tu fracaso.