Management

Decir algo y no hacerlo. Lidia con un compañero pasivo- agresivo

No trates de cambiarlos. No te enojes, les reclames y los confrontes. Haciéndolo, no vas a llegar a ningún lugar

ILUSTRACIÓN: DANIEL RAZO. EL UNIVERSAL
10/08/2016 |01:05Mariana F. Maldonado |
Redacción El Universal
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Cuando le pides algo, argumenta que se le olvidó o que tenía mucho trabajo, cuando ya con anticipación habían acordado una fecha y hora de entrega. Dice que hará una cosa y en realidad hace otra. De forma discreta, te echa la culpa de una falla cuando en realidad fue la suya. Le mandas un correo pidiéndole algo y nunca lo contesta.

En realidad, te estás enfrentando a un compañero de trabajo pasivo-agresivo, alguien que no sabe comunicarse de frente y que en vez de expresar su molestia o sus argumentos, busca acciones alternas para demostrarla.

No es que sean personas necesariamente tóxicas; en realidad, todos podemos actuar así, ya sea porque no nos gusta decir que no, no nos agrada confrontarnos o queremos evitar el conflicto, o simplemente, porque no sabemos comunicarnos de forma asertiva.

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“Potencialmente, todos podemos ser personas pasivo-agresivas porque es una estrategia de la que todos en algún momento echamos mano. En el caso más sano, actuamos así para evitar conflictos mayores”, explica Rodrigo Peniche, psicoanalista y profesor del área de Psicología Organizacional de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Si bien todos podemos echar mano de este comportamiento para evitar el conflicto o la confrontación, hay quienes adoptan esta conducta como una forma de relacionarse con los demás. “Este trabajador ignora a los demás, no atiende sus necesidades cuando es su responsabilidad o está en sus manos, o francamente ya obstruye el funcionamiento eficiente a los otros”, explica el psicoanalista. Aquí es cuando se puede volver un problema, sobre todo cuando tu trabajo depende directamente del desempeño de esta persona.

En México, la falta de asertividad y la sensibilidad a la negativa del otro es alta, lo cual puede agravar este tipo de actitudes.

“En nuestro país tenemos instaurados una serie de rituales sociales muy rígidos y entonces se nos dificulta ser directos y expresar lo que sentimos. Ser directo es muy difícil. Todo tiene que ir en diminutivo y con por favor y gracias”, asegura Rodrigo.

Así explica este comportamiento el National Institute of Health de Estados Unidos: “La condición pasivo-agresiva es aquella en la que la persona parece activamente aceptar los deseos y las necesidades del otro, pero realmente se resiste pasivamente”.

No es que ellos no sean eficientes en lo que hacen, como cualquier otro trabajador, sino que optan por este tipo de estrategias porque tienen algún asunto que no han resuelto y que proviene de la infancia, sostiene una de las explicaciones de esta forma de actuar, bajo la óptica psicológica. Ellos son personas que en su infancia fueron ignorados o se sintieron ignorados y por ello, ahora ignoran a las personas. En este caso, a las peticiones de sus compañeros de trabajo.

Son personas que no suelen reconocer responsabilidad de nada y que a la hora de pedirles cuentas, salen con que no era su tarea y eso le tocaba a Fulanito o Sutanito.

El punto es que se la pasan aventándole la pelota a cualquier otro con tal de postergar o entregar tarde una tarea.

Además, suelen ser resentidos y no sólo eso, sino que se quedan anclados en este sentimiento negativo, precisamente porque se les dificulta lidiar con decir lo que sienten o piensan.

Cuando está en ti

Seguramente conoces a alguien así, tienes que lidiar con él o ella, o… estás leyendo y te estás dando cuenta que estas descripciones concuerdan con tus comportamientos en el trabajo.

Para saberlo, contesta cuándo fue la última vez que te comportaste así: No compartiste tu punto de vista honesto de algún tema aunque se te preguntó; te enojaste con alguien pero no le dijiste por qué; no completaste a tiempo alguna tarea principalmente porque no viste el valor en ello; reconociste a alguien en público pero lo criticaste en privado o contestaste con un 'Lo que decidas está bien, sólo dime qué es lo que quieres que haga' pero la realidad es que no estabas de acuerdo.

Muriel Maignan Wilkins, autora de cofundadora de Paravis Partners, una firma de coaching y desarrollo de liderazgo y coautora de “Own the Room: Discover Your Signature Voice to Master Your Leadership Presence”, explica que cualquiera de estas actitudes es pasivo agresiva y que si bien es fácil reconocer estas actitudes en los otros, no lo es cuando se trata de uno mismo.

“Con el transcurso del tiempo, la conducta pasivo-agresiva puede ser una pendiente resbaladiza que alimenta la desconfianza y lesiona tu credibilidad. Ser conocido como un pasivo agresivo no va a ser bueno para tu carrera. Por fortuna, es posible cambiar tu conducta”, señala la especialista en un texto para la Revista de Negocios de Harvard.

Hay varias estrategias para eliminar ese comportamiento y la primera se trata, como suele ser, de reconocer el problema y saber qué circunstancias o situaciones son las que te detonan estas conductas, ya que conociéndolas podrás encontrar otras formas de reaccionar ante
esos estímulos.

Asimismo, el identificar la causa (la cual puede ser el miedo al fracaso, el deseo de perfección, el miedo al rechazo o al conflicto) te ayudará a atacar esa raíz.

La especialista explica que trabajar en el propio cambio es duro pero ayuda que otros te den retroalimentación para notar los avances.

“Manejar tu propia conducta pasivo-agresiva se trata de desterrar la incongruencia ente tu diálogo interno (lo que piensas) y tus acciones, lo que otros pueden ver y oír. Hacerlo no sólo va a construir confianza con tus colegas sino que también te ayudará a aumentar la confianza en ti mismo”, asegura la especialista.

¿Cómo lidiar con este tipo de colaboradores?

No es fácil pero tampoco es imposible. Te dejamos algunos consejos para hacerlo.

Toma la iniciativa. Ellos no lo van a hacer así que toma el problema en tus manos y da el paso para resolverlo.

No los confrontes. Ellos no se sienten cómodos cuando se manejan las cosas de frente.“Si tú llegas y confrontas, sólo te vas a desgastar, te vas a irritar y el problema se va a agravar. Tienes que abordarlo de una forma más empática”, explica Rodrigo Peniche, psicoanalista y profesor del área de Psicología Organizacional de la Facultad de Psicología de la UNAM. Sé objetivo y manéjate con hechos.

Pregúntales qué opinan. Precisamente como no saben expresar sus sentimientos y sus emociones, caen en este tipo de actitudes negativas, así que preguntarles qué es lo que ellos piensan de una manera amigable va a ayudar a que externen sus percepciones y quizá con eso se resuelva el problema.

“Es necesario que verbalicen lo que te están diciendo con las acciones, pero como no lo han verbalizado entonces no había forma de destrabarlo”, explica el especialista.

No lo tomes personal. No trates de resolver el por qué él es así contigo porque esto sólo te hará perder energías, sino más bien enfócate en cómo desactivar su conducta, recomiendan Amy Jen Su y Muriel Maignan, cofundadoras y socias de la consultoría en desarrollo de liderazgo, Paravis Partners.

Resalta lo que hacen bien. Ellos no son ineficientes, sino que entre otras cosas, no saben decir las cosas de frente, así que la recomendación es que cuando te acerques con ellos empieces con algo positivo. “Si tú le reconoces las cosas que hace bien te va a quitar mucho conflicto encima”, asegura el psicoanalista de la UNAM.

Utiliza el humor. Éste puede ser una arma poderosa de comunicación, señala Preston Li, un experto en comunicación, liderazgo y entendimiento de la diversidad, en la revista Pshychology Today. “Propiamente usado, el humor puede desarmar una conducta difícil y puede enseñar que tienes una fortaleza superior”, explica Ni.

Sé claro. Si aceptas esta conducta, estarás fomentándola. Formaliza la comunicación con esta persona escribiendo las cosas o teniendo a un tercero de testigo. “Ten respaldo en papel de los hechos, problemas, acuerdos, desacuerdos y tiempos de entrega”, recomienda Ni. En general, es bueno que tengas testigos que puedan confirmar su conocimiento si es necesario.