Management

Ser un súper papá. Los hombres que crían solos a sus hijos

Educar en soledad a un hijo es un reto. ¿Cómo encontrar un balance entre todas las esferas de la vida? Ellos lo hacen así

ILUSTRACIÓN: DANIEL RAZO. EL UNIVERSAL
22/06/2016 |00:54Mariana F. Maldonado |
Redacción El Universal
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El día para Víctor empieza a las cinco de la mañana, nada raro cuando tienes dos hijos adolescentes y te encargas tú solo de ellos. Para organizarse mejor, los tres se reparten la mañana en tareas —se van turnando quién hace el desayuno y prepara los lunches— y cada uno de los jóvenes es responsable de sus cosas, de su uniforme, útiles, trabajos o materiales que hay que llevar al escuela.

Ella tiene 16, va a la preparatoria y toma el camión (Víctor la lleva a la parada) a las seis. Él 13 y llega a las 6:30 a la secundaria. Las tareas se reparten y se ejecutan con mucha anticipación para que él esté puntual a las ocho en su oficina, en donde se encarga del área de recursos humanos de una universidad.

“A veces me preguntan que si puedo dar tal o cual curso, y les digo que sí, que tengo tiempo de 2 a 4 de la mañana”, cuenta a manera de broma para explicar las muchas actividades que tiene y la organización tan necesaria que necesitan los engranajes de su vida para dar vuelta de manera puntual.

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Para él el aprovechamiento del tiempo es un imperativo: además de su trabajo y de la crianza de sus dos hijos, a veces imparte conferencias y estudia una maestría en Desarrollo Humano. Lleva tiempo, organización y esfuerzo, pero es posible. No sin tener días difíciles.

“En algunas ocasiones me siento saturado de tareas y pendientes, siento que no me da tiempo de hacer bien todo, temo fallar, pero me siento muy satisfecho cuando las cosas salen bien”, asegura. Y a sus 47 años, siente que la realización profesional y personal está presente en su vida. Se dedica a lo que le gusta: dar capacitación y conferencias: “Es mi pasión y me siento realizado”, cuenta,

Por supuesto, no es el único

En México, 796 mil hombres son padres solteros, de acuerdo con datos del Inegi y el Consejo Nacional de Población (Conapo).

Y este número de hombres que crían a sus hijos solos va en aumento.

Esto debido a diversos motivos, tales como los divorcios exprés, la migración por motivos de trabajo, la enfermedad o muerte de la esposa y el abandono de los hijos por parte de ella, según enlista una iniciativa de ley que busca reformar la ley del IMSS y con ello garantizar que los padres solteros, independientemente de su estado civil, tengan derecho al servicio de guardería para sus hijos.

Mario Fratta, actor, bailarín de tango argentino e inversionista en oro, se encarga una gran parte de la crianza de su hijo de casi seis años. Y él asegura, como otros padres que están en la misma situación, que no es nada diferente a lo que se enfrentan las mujeres. “Mi hijo me ve lavar los trastes, cocinar. Le enseño todas esas cosas que hacen que él desarrolle la idea de un papá que enseña con el ejemplo”, asegura.

Y es real. Los hombres que integran una familia monoparental —así se le llama para efectos de su estudio— se enfrentan a los horarios de trabajo poco flexibles, a tener que suplir las necesidades del hogar con un solo sueldo, a acudir a las citas médicas y escolares y a las labores domésticas, según apunta la Coanpo

¿Cómo se pueden enfrentar todos los retos que supone ser padre y el único encargado de criar a los hijos?

Por supuesto, es una situación compleja y para resolver esa pregunta, hay que entender qué es lo que ellos anhelan para lograrlo.

Al hablar de trabajo, lo que más desean ellos es la flexibilidad laboral (43% lo contestó así), según un estudio realizado por el sitio de empleos Bumeran.com denominado “Qué buscan los papás mexicanos”.

Este estudio encontró que los padres también desean trabajar desde casa (16%) y más días de licencia de paternidad (9%), ya que hoy la ley sólo les reconoce cinco días para atender a sus hijos recién nacidos.

“La gente habla de lo que hacen las mamás, pero también los papás hacen cosas. Si una mamá sola puede ser mamá y papá, estoy totalmente convencido que un hombre también puede ser papá y mamá”, asegura Víctor.

Y en este sentido, explica que es necesario abandonar las creencias sobre los roles tradicionales en los que los hombres deben llevar dinero a la casa, trabajar y llevar a los niños y el de las mujeres es darles de comer y revisarles las tareas. “Esos roles ya pasaron a la historia”, asegura el especialista en recursos humanos. En este sentido, él no es el único que piensa así. 88% de los padres considera que existe un estereotipo respecto a que los papás están ausentes de su familia por aspectos de trabajo.

Y no sólo eso, sino que ellos quieren que los demás se den cuenta de lo que hacen bien. 23% de los papás quieren que se les reconozca al igual que se hace con las madres.

¿Cómo lograr el equilibrio? Se necesita mucha organización, comunicación y establecer prioridades. Ambos padres coinciden en que en ambos aspectos, es necesario priorizar, tanto el personal como en la laboral.

“Sí hay que cumplir con situaciones laborales, pero también atender a las prioridades, no sólo tuyas sino las de tus hijos”, asegura Víctor.

Y si es necesario, hay que pedir ayuda. Establecer redes de confianza es muy útil porque es esta red la que va a apoyar cuando el padre está cumpliendo con otras obligaciones.

“Si tienen la posibilidad de acercarse a su propia familia y es un entorno sano, el punto es buscar aliados sanos”, asegura Mario.

Regaña menos, habla más

Otro aspecto muy importante a la hora de buscar esta vida laboral y personal en armonía cuando se es padre soltero es la comunicación con los hijos, independientemente de la edad que tengan.

No se trata de dar sermones sino de asignar tiempo a comunicarse con ellos, tanto de los objetivos personales como de los profesionales.

“Una charla de 10 minutos es súper importante, mi consejo es que le den prioridad a la comunicación con ellos. Ésa es la clave. Además, pregúntales qué les hace falta y en qué los puedes apoyar”, explica Víctor.

Estos momentos de calidad generan cierta confianza la cual permite a su vez que durante el tiempo que no se está con ellos y que se dedica a otras actividades, entre ellas el trabajo, pueda ser fructífero. “Yo sé que si le doy prioridad a esta parte, el equilibrio se va a generar en la parte laboral”, asegura Víctor.

“El tiempo que le dedica uno a un hijo nunca es tiempo perdido, entonces se necesita tener un amplio criterio para decir la prioridad es que mi hijo esté conmigo”, asegura Mario. Es estar ahí con él, no ponerle un Ipad enfrente. El tiempo y la comunicación son muy importantes.

Cuéntales de ti

En este mismo afán de comunicarse, platícales a qué te dedicas, cómo lo haces y cuéntales de qué forma esta actividad llena tu vida de alegría, ya que esto les permitirá entender por qué pasas tiempo fuera de casa y en qué lo empleas, y en consecuencia, generará empatía.

Incluso recomiendan que los incluyas en alguna de tus actividades laborales, ya que esto hará que tengan más claros estos aspectos, además de que se sientan parte de este aspecto tan esencial de tu vida.

“Hay cosas que uno no puede dejar de hacer y que son una parte del alma muy importante y esto le enseño a mi hijo, que la felicidad radica en hacer lo que a uno le gusta hacer”, explica Mario. Y esta satisfacción y este “alimento espiritual” Mario se lo inculca día a día a su hijo. Lo lleva a ver cómo da clases de tango y le fomenta el amor a las artes escénicas.

En el caso de Víctor, sus hijos conocen todas sus actividades laborales a detalle y son parte de todas sus decisiones y retos, entre ellas la de estudiar una maestría en desarrollo humano.

“El tema de mi maestría me apasiona e incluso es un propósito de vida que yo tenía desde hace mucho tiempo. Hablé con ellos y les dije que era mi sueño, que lo quería vivir, ‘¿Me apoyan?’, les pregunté. Y también les expliqué las restricciones que habría”, explica el especialista en recursos humanos.

Ellos lo apoyaron e incluso están pendientes de la hora a la que llega (porque a veces es muy tarde). Mientras él merienda, aprovechan para platicar de cómo les ha ido en el día.