Management

Motívate ya. Nadie lo hará por ti

Recuerda que el que juega el partido cada día eres tú

Motívate ya. Nadie lo hará por ti
24/06/2015 |00:16Mariana F. Maldonado |
Redacción El Universal
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Si estás esperando que un incentivo mágico llegue y te impulse a realizar tu trabajo lleno de motivación, te vas a quedar sentado. Mucho se ha responsabilizado a los líderes y las organizaciones por la motivación de los colaboradores; sin embargo, la realidad es que no sólo en ellos recae la responsabilidad de que tú cada día te levantes con gusto a realizar tus labores.

De hecho, ellos pueden hacer mucho, pero el colaborador tiene que responder a estos estímulos, encontró un estudio realizado por la consultora Gallup.

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“A menos de que los empleados asuman cierto nivel de responsabilidad por su propio compromiso, los esfuerzos de sus organizaciones, líderes, gerentes y equipos van a tener un efecto limitado”, sostiene este análisis, el cual plantea una situación esencial en lo que se refiere a la motivación y el liderazgo.

Sólo dos de cada 10 gerentes son realmente buenos y motivadores para trabajar, así que los empleados que no están bajo la dirección de ellos, seguramente tendrán que trabajar en su propia motivación.

Pero, ¿qué es sentirse motivado? La consultora lo explica fácilmente: “los empleados motivados empiezan el día con un sentido de propósito y lo terminan con un sentimiento de logro. Tienen altos niveles de determinación, tenacidad, energía y resiliencia en cada cosa que hacen. Son dedicados con su trabajo y muestran entusiasmo, inspiración y orgullo”. En general, son positivos y suelen ser más productivos.

El planteamiento es que la motivación es una elección, ya que no hay un lugar libre de estrés, sostiene Gallup.

“Es tu responsabilidad entender cuales son tus objetivos y metas para lograr ese trabajo exitosamente. Entonces, definitivamente la responsabilidad última está en cada persona. Ayuda cuando tienes un jefe inspirador, pero definitivamente la responsabilidad es del trabajador”, coincide Susie Warman, directora y socia fundadora de la compañía consultora Blue Wing Coaching.

La especialista asegura que para encontrar esta fuerza positiva, si bien el compromiso que sientas alrededor de lo que hagas tiene que ver con el trabajo que quieres realmente hacer y con la persona que tienes encima, al final el que está “en la cancha” eres tú, así que tienes que buscar cómo afrontar los retos y el día a día.

“El coach del equipo se queda fuera, ¿quién juega el partido? Pues los jugadores, ¿quién es el responsable de chutar a gol? Los jugadores. En cuanto tenga entendido qué es lo que se vale y no se vale, yo puedo jugar libremente el partido, no puedes estar preguntándole todo el tiempo a tu jefe si le tiras un pase a tu compañero de al lado”, señala.

Cómo encontrar la propia

No es fácil, pero es mejor empezar lo antes posible. Es necesario que identifiques cuáles son las condiciones bajo las que mejor trabajas y cuáles son los hábitos, tanto buenos como malos, que hacen que tu motivación desaparezca. Esto te ayudará a establecer los hábitos más positivos y que te ayuden a generar este compromiso, recomienda Gallup. “Un gran comienzo es que utilices tus áreas de fortaleza para hacer más fuerte tu rol cada día. Éstas pueden acelerar el desarrollo de buenos hábitos de trabajo y pueden llevar a un mayor compromiso, al igual que pueden amortiguar el estrés y las emociones negativas”. Estas “fortalezas”, son “la capacidad del individuo de tener un desempeño casi perfecto en el desarrollo de una tarea”.

En este mismo sentido, la coach asegura que en este camino hay que encontrar cuáles son los objetivos personales para que los empates con la organización y que te encargues de tener claro qué es lo que se espera de ti al interior.

No importa si tu jefe no te lo ha dicho (debería de haberlo hecho) o si tu puesto no tiene funciones definidas en el organigrama. Necesitas conocer esta información para que puedas partir de lo que se espera de tu desempeño.

“Con base en esto, tú arma tu plan de trabajo y busca apasionarte. Esa es lo que va a hacer la diferencia entre la gente que sobresale y la que no lo hace. Gente que se vuelve responsable y que soluciona las cosas sin esperar a que se lo solucionan, va a hacer la diferencia”, explica.

Los cambios en tu motivación quizá no serán de un momento a otro, pero la recomendación es que observes su progreso, ya que éste es el principal motivador, de acuerdo con la investigación de Teresa Amabile, profesora de administración en la Escuela de Negocios de Harvard, la cual se dedica a estudiar la sicología del día a día en la oficina.

“De todas las cosas que pueden aumentar las emociones, motivación y las percepciones durante un día de trabajo, el más importante es el lograr progreso en un trabajo”, sostiene en una explicación de su trabajo para la Revista de Negocios de esa misma universidad.

Entre más frecuentemente la gente sienta que ha avanzado, aunque sea poco, más va a ser creativa y productiva a largo plazo, asegura.

Una forma de lograr estos “pequeños progresos” es el establecerte día a día una lista de pendientes. Esto te permitirá repartir tu trabajo de una mejor manera a través de tus horas de trabajo —no importa si tienes horario flexible o no— y justamente, te dará estos pequeños triunfos que harán que te sientas más motivado.

Curiosamente, estos pequeños progresos se relacionan con el buen humor. Los pasos adelante realizados por los trabajadores que fueron objeto de estudio se realizaron 76% en sus días más felices. En contraste, retrocesos ocurrieron sólo en 13% de esos días. según la investigación de esta misma profesora. Si empiezas temprano, comenzarás a lograr cosas pronto y el resto de deberes se te harán mucho más manejables a lo largo del día.

Si los mejores logros se hacen estando feliz y de buenas, ¿Cómo lograrlo? Es una de las preguntas que más se ha tratado de resolver a lo largo de la historia. Sin duda el tema es complejo, pero Tal Ben Shahar, un profesor de la Universidad de Harvard en sus libros, Más feliz Ser feliz y Elige la vida que quieres ha dado varios lineamientos que pueden ayudar a lograrlo.

Primero, la felicidad, la mayoría de las veces, depende de nuestro estado mental, no de nuestro estatus o de la cuenta de banco.

“A excepción de algunas circunstancias extremas, nuestro nivel de bienestar está determinado en aquello en lo que elegimos enfocarnos (el vaso medio lleno o medio vacío) y de nuestra interpretación de los eventos externos”, sostiene. Todo depende de si vemos un fracaso como una catástrofe o como una oportunidad de aprender, dice.

Él también recomienda poner atención a la conexión entre mente y cuerpo, tales como hacer ejercicio, dormir adecuadamente y comer bien para mejorar el estado mental y físico.

Ahora bien, una recomendación repetida en libros de negocios y de bienestar es que es necesario darle un papel importante a la forma en la que afrontamos nuestras emociones, ya que éstas son un fuerte determinante en el accionar humano. “Date permiso de aceptar el miedo, a tristeza y la ansiedad como algo natural. Rechazar nuestras emociones, positivas o negativas, da pie a la frustración y a la infelicidad”, sostiene Shahar.