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Los resultados de la reforma energética serán más tangibles en la medida en que se eliminen excesivos requisitos, se imponga una regulación adecuada y se actúe en contra de prácticas monopólicas, o de lo contrario se obstaculizarán los proyectos, afirmó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón.
“Capitalizar las inversiones también nos exige avanzar en la certidumbre jurídica del sector. Hoy las empresas enfrentan requisitos inciertos en materia de consulta pública que frecuentemente se han traducido en demoras y obstáculos para iniciar o darle seguimiento a los proyectos productivos”, advirtió Castañón en su mensaje semanal.
Ante las declaraciones de algunas empresas del sector en el sentido de que el acceso a los ductos existentes es caro y difícil, dijo que hace falta que las empresas tengan acceso a la infraestructura existente y “de manera accesible y rentable”.
Además, se requiere tener un esquema que facilite su acceso a nuevos mercados para la extracción, generación, distribución y comercialización de los energéticos.
Agregó que hace falta una regulación más clara y sencilla para que las inversiones energéticas den bienestar social a la población. Sin embargo, también es imprescindible que la autoridad regule, investigue y sancione las prácticas monopólicas que se registran en el sector.
Castañón recordó que en las últimas semanas se otorgaron 10 contratos para la exploración y explotación de aguas someras en el Golfo de México, lo que se traducirá en inversiones por 8 mil 200 millones de dólares en los próximos años, pero es necesario tener reglas más adecuadas para que se vean los efectos positivos de estas inversiones.
“Sólo así veremos cómo la apertura de los mercados se traduce en beneficios palpables para el bolsillo de los mexicanos. Hoy todavía hace falta una mayor competencia en todas las regiones del país y en todos los mercados de energía”, consideró.
En su mensaje semanal, La Voz del CCE, el líder de la cúpula empresarial dijo que deben construirse reglas que aseguren un desempeño eficiente de los mercados, así como fortalecer el papel de los organismos reguladores como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
La iniciativa privada, detalló, ve una oportunidad histórica en el sector petrolero y de electricidad, ya que es detonador de desarrollo y el acceso a energías más modernas se relaciona con la disminución de la pobreza.
Pero a pesar de que la apertura del sector permitió romper paradigmas como abrir los mercados a la participación de otras empresas, y aunque se dieron los primeros pasos para liberalizar los mercados de gas, gasolinas, diésel y electricidad, hace falta capitalizar las inversiones existentes y futuras.
“El mercado de energéticos nos abre la puerta para que el aprovechamiento de los recursos represente un verdadero motor de crecimiento económico en todas las regiones del país y, por tanto, para el bienestar de más mexicanos que hoy requieren de oportunidades de desarrollo”, consideró.