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Delitos cibernéticos como el robo de identidad tienen mayor presencia en el sistema financiero mexicano, lo cual ha provocado un aumento en la presencia y prevención por parte de las autoridades e instituciones financieras, dijo el director general de Scotiabank, Enrique Zorrilla.
El directivo descartó que los intentos de fraude cibernético contra el sector financiero mexicano sean de mayor intensidad en comparación con los ataques en otros países.
“Es una tendencia mundial en el sector. No estamos exentos de ataques que se dan en algunas geografías y luego se replican en la nuestra. No estamos en una situación de diferencia a lo que ocurre a nivel mundial”, dijo durante el Primer Congreso de Ciberseguridad e Inteligencia.
Zorrilla recordó que como parte de su desarrollo de servicios bancarios en línea, la firma de origen canadiense ha invertido 300 millones de dólares en México, cifra que incluye mayor desarrollo de seguridad en sus sistemas.
“La transformación de la banca apunta al mundo digital, los usuarios están rompiendo con el esquema tradicional de asistir a la sucursal, para realizar sus operaciones mediante clics o tocando la pantalla de sus dispositivos móviles, sin abandonar por completo el contacto físico con el banco; por tal motivo, debemos garantizar la seguridad tanto del usuario, como de nuestras plataformas”, dijo Zorrilla.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), informó que el año pasado las quejas por fraude cibernético aumentaron 123%, con un total de un millón 700 mil reclamos por parte los clientes de servicios financieros en el país.
Reto global. Jonathan Peled, embajador de Israel en México, dijo que el ataque al cibercrimen requiere mayor cooperación entre países, al ser de los mayores retos de seguridad.
“Lo mismo que estamos enfrentando hoy con el terrorismo global islámico, estamos enfrentando el lavado de dinero por los carteles, no solamente en México, sino en gran parte del mundo. Es uno de los nuevos retos globales de este siglo y requiere colaboración y trabajo conjunto de todos los países para formar políticas comunes, intercambiar buenas prácticas y enfrentar esta amenaza”, afirmó.
El diplomático dijo que el uso de nuevas tecnologías, como el bitcoin o el internet de las cosas, complica el combate contra el cibercrimen, al requerirse mayores medidas de seguridad en operaciones cada vez más complejas.
“El crimen organizado utiliza muy buenos cerebros. Es una lucha no contra pequeños ladrones, sino que utilizan la mejor tecnología”, expuso el diplomático israelí.
