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Los proyectos que se generen a partir de la reforma energética en México pueden contribuir a revertir la caída global en la producción de petróleo, dio a conocer la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Durante la Expo y Congreso Energy México 2017, Ali Al Saffar, analista senior en energía del organismo, explicó que México es un pilar potencial para el crecimiento de la oferta de petróleo en el futuro.
“Todos los grandes proyectos se tardan de tres a seis años en florecer, así que no vemos los efectos inmediatos, pero lo que sí esperamos es que esta reforma energética pueda introducir el tipo de herramientas necesarias para traer capital y tecnología necesarios que se pueden recuperar a mediano plazo”, dijo el especialista.
Explicó que la reforma energética ofrece tres pilares que pueden contribuir a la recuperación en la producción de petróleo. En el primero destaca la producción de Chicontepec y algunos otros espacios en los que la industria mexicana se especializa.
“El segundo pilar tiene que ver con crear alianzas en aguas someras, donde Pemex trabaja mucho. Esto tiene que ver con la recuperación de petróleo a partir de nuevos proyectos en este sector”, comentó Ali Al Saffar.
El tercer pilar se relaciona con aguas profundas, donde se requerirá mucho trabajo junto con firmas privadas.
“Esperamos que esto suceda a finales de 2030. Estos tres pilares significan una reversión en la disminución de la producción de los años anteriores y traer a México de nuevo a un lugar principal, lo cual se necesita muchísimo en el mundo”, recalcó.
Según Al Saffar, las proyecciones para México apuntan a que en 2040 la producción de crudo vuelva a alcanzar un rango de 3.5 millones de barriles diarios, impulsada principalmente por proyectos en aguas profundas.
“Desde 2004 la producción de este país ha caído en un millón de barriles diarios, y aunque no esperamos una recuperación inmediata, sino en los próximos seis años, sí vemos que se han hecho todos los movimientos adecuados para traer la inversión”, dijo.
La AIE destacó el potencial de México en la producción global de petróleo, en un escenario donde la demanda del energético prevalecerá en el mediano y corto plazo, con alto consumo en países latinoamericanos y fuerte competencia por el mercado asiático.
