A partir de enero 2019, todos los comercializadores y distribuidores de gasolina, diesel y turbosina nacional o importada que realicen ventas a estaciones de servicio o usuarios finales, deberán tener una capacidad de almacenamiento mínima de 5 días para evitar desabasto por cualquier tipo de contingencia.

La Secretaría de Energía (Sener) señaló que será obligatorio que en enero del 2021 el número de días de almacenamiento aumente a 10 días y a 15 días en enero del 2025.

La estrategia forma parte del Proyecto de Política Pública de Almacenamiento Mínimo de Petrolíferos que Sener abrió a la retroalimentación de la sociedad hasta el 31 de enero del 2017.

Con esta estrategia, el gobierno federal busca incrementar la seguridad energética de México, al crear la “obligación” de mantener almacenado un volumen mínimo de gasolina, diesel y turbosina en todas las regiones del país.

Los volúmenes mínimos o inventarios creados a partir de esta política, considerados estratégicos, “sólo serán utilizados en casos extraordinarios por instrucción del Consejo Coordinador del Sector Energético”, señaló Aldo Flores, subsecretario de Hidrocarburos de la Sener durante la presentación de la Estrategia de Flexibilización de Mercados de Gasolina y Diesel.

Estos inventarios deberán estar a 250 kilómetros o 6 horas de distancia de los centros de consumo y dentro del territorio nacional.

Las terminales de almacenamiento deben contar con capacidad suficiente de desalojo de sus productos para atender la demanda diaria en su zona de influencia, tanto en situaciones normales como en condiciones de emergencia de abasto.

El funcionario sostuvo que esta política establece la obligación de reportar semanalmente las existencias de petrolíferos (gasolina, diesel y turbosina) así como petróleo crudo a partir del segundo semestre del 2017.

Dicha información será agregada y publicada por la Sener con el fin de dar a conocer la situación de abasto en el país.

Con ello se cuenta con herramientas para la toma de decisiones que garanticen el suministro en el mercado de hidrocarburos.

La política puesta a consideración de la sociedad, plantea también la obligación de los nuevos jugadores para invertir en la modernización y ampliación de la infraestructura de almacenamiento en el país.

El documento plantea que actualmente, cualquier interrupción en el proceso de distribución de petrolíferos en el país “tiene un impacto en el ciclo de suministro de las terminales de almacenamiento, lo que afecta la continuidad en la entrega hacia el punto de consumo final (gasolineras)”.

Aldo Flores comentó que, en el mejor de los casos, México tiene actualmente niveles de inventarios de 15 días de ventas de combustibles automotores, los cuales están muy por debajo de los niveles de sus socios comerciales.

tcm

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