Poco más de la mitad de las empresas navieras que le dan servicio a Petróleos Mexicanos (Pemex) en el Golfo de México y que conforman la marina mercante nacional están paradas y enfrentan el riesgo de quiebra.
La reducción en la actividad petrolera por la caída de los precios del petróleo y la llegada de embarcaciones extranjeras, que están desplazando a las nacionales, tienen prácticamente “parados” en puertos a más de 60% de los navíos mexicanos que realizan actividades costa afuera.
Luis Manuel Ocejo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram), señaló que 76 embarcaciones de bandera mexicana que prestan servicios a Pemex se encuentran actualmente sin contrato y otras 30 tienen lo tienen suspendido, lo cual ha provocado la pérdida de alrededor de 2 mil empleos altamente especializados (mil 965 personal embarcado y 297 de tierra).
Están en riesgo, añadió, 64 empresas divididas en 33 armadoras, 10 operadoras y 21 prestadoras de servicios que aportan 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, equivalente a 15 mil millones de dólares y generan cerca de 300 mil empleos directos e indirectos altamente especializados que representan el sustento de cientos de familias mexicanas.
Además, dijo el directivo, está en riesgo este sector de la marina mercante nacional que conforma la quinta flota más grande del mundo para la atención de plataformas petroleras.
Funcionarios de Pemex consultados por EL UNIVERSAL reconocieron que “ha habido una disminución en la contratación de embarcaciones para labores de perforación como parte del ajuste presupuestal”.
En una respuesta por escrito detallaron que de 147 embarcaciones contratadas en 2015, actualmente operan con 72.
Indicaron que a la fecha, “no hemos contratado embarcaciones extranjeras; las que han llegado al Golfo de México han sido contratadas por las compañías que han obtenido contratos en las licitaciones de las rondas”.
Con la ronda de licitaciones adjudicadas hasta hoy, según el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, México tiene un sistema industrial de hidrocarburos diversificado, en el que participan —además de Petróleos Mexicanos— 37 nuevas empresas privadas de siete países.
Información proporcionada por la Dirección General de Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), a la fecha se han otorgado 46 permisos temporales a embarcaciones extranjeras para prestar servicios en el Golfo de México, en donde se encuentra la mayor actividad petrolera en el país.
Luis Manuel Ocejo indicó que si bien el sector enfrenta un entorno económico adverso derivado de los precios del petróleo, también “hay decisiones de la Dirección General de Marina Mercante de la SCT que está entregando permisos “laxos” a embarcaciones extranjeras para su abanderamiento con “documentos que simulan la propiedad de los barcos, mientras que para la expedición de permisos temporales de navegación, ha sido más tolerante con algunas embarcaciones extranjeras al revisar requisitos esenciales”.
La política aplicada por la SCT, subrayó, ha derivado en la autorización a empresas extranjeras para la navegación de cabotaje con base en permisos temporales para la prestación de servicios en el Golfo de México, afectando gravemente a la marina mercante nacional.
“La flexibilidad en la aplicación de los requisitos legales y la falta de revisiones exhaustivas de la documentación por parte de la autoridad ha generado abusos de ciertas empresas que van contra el espíritu de la ley”, comentó Ocejo.
Subrayó que lejos de apoyar preferentemente, como lo establece la ley, la navegación y servicios de la marina mercante nacional, que tiene más de 20 años de experiencia en actividades de apoyo relacionadas con el sector petrolero, la dirección general de marina mercante “ha expedido con gran flexibilidad abanderamientos y permisos temporales de navegación para embarcaciones extranjeras, en detrimento de los proveedores nacionales”.
Pedro Pablo Zepeda, director general de marina mercante de la SCT, señaló que el área de la que él es responsable otorga permisos temporales a embarcaciones extranjeras cuando éstas cumplen con los requisitos exigidos por la ley. Explicó que esos permisos se entregan por periodo de tres meses, los cuales pueden ser prorrogables a siete periodos.
Una vez que se cumplen estos plazos, añadió Zepeda, dichas embarcaciones tienen que renunciar a la bandera de origen y solicitar, por medio de una empresa naviera nacional, la bandera mexicana.
“Cuando alguna embarcación de otro país solicita un permiso temporal para realizar trabajos en el Golfo de México por ejemplo, la dirección realiza una consulta con la Cameintram para ver si hay algún barco mexicano que pueda realizar estos trabajos, dado que la Ley de Navegación y Comercio Marítimos (artículo 40) establece que la navegación interior (i.e., en aguas al interior del país tales como lagos, presas y ríos) y de cabotaje (i.e., entre puertos o puntos situados en zonas marinas mexicanas y litorales mexicanos), está reservada a embarcaciones mexicanas” indicó el director general.
“Si es así, el permiso se otorga a una embarcación mexicana y el proceso solicitado por la extranjera se cancela inmediatamente; pero si no hay ninguna embarcación nacional disponible o con la capacidad para realizar los trabajos, se otorga el permiso a la embarcación extranjera”, preciso Zepeda.
¿Cuántos permisos ha entregado esta dirección a barcos de bandera extranjera en los últimos meses? Se le preguntó.
Hasta ahora se han entregado 46 permisos temporales a embarcaciones extranjeras.
El funcionario sostuvo que en todos estos permisos, los propietarios aducen que han sido contratados por las empresas privadas que están operando en aguas del Golfo de México, las cuales tiene la posibilidad de contratar a las embarcaciones que ellos consideren pertinente, siempre y cuando no esté disponible una mexicana para realizar los mismos trabajos.
La industria petrolera, comentó Zepeda, “no se puede detener” y nuestra responsabilidad es agilizar, dentro de la ley, todas las actividades relacionadas con la Marina Mercante asociada a este sector.
Información proporcionada por Pemex muestra la pérdida de dinamismo en materia de labores de perforación de la subsidiara encargada (Pemex Exploración y Producción, PEP) de donde depende en gran medida la contratación de embarcaciones para realizar trabajos de cabotaje.
De acuerdo con los estados financieros que la empresa productiva del Estado envió a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el pasado jueves 29 de octubre, el promedio de pozos en operación fue de 8 mil 513, es decir, 8.6% inferior al del mismo periodo de 2015.
Asimismo, el número total de pozos terminados disminuyó 67.6%, equivalente a una reducción de 46 pozos, “debido principalmente a una menor terminación de pozos de desarrollo, como resultado de menor actividad programada en los activos Aceite Terciario del Golfo y Cinco Presidentes dados los ajustes presupuestales aprobados por el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos a principios de año”.
Pemex además redujo sensiblemente el uso de los equipos de perforación, de 62 que registró en el tercer trimestre de 2015 a 22 en el periodo julio-septiembre de 2016.
En PEP, hasta antes de los recortes presupuestales, el arrendamiento de todo tipo de servicios, implicaba una derrama económica de 49 mil 500 millones de pesos.
No obstante, la empresa productiva del Estado prevé cierta mejoría en los próximos meses, considerando que si bien el presupuesto original de PEP en 2016 se redujo de 216.1 mil millones a 169.8 mil millones de pesos, dentro de las medidas de apoyo del gobierno federal (incluida la capitalización), así como a la contratación de arrendamientos financieros por parte de esta subsidiaria, la inversión ejercida en los primeros nueve meses del año llegó a 186.6 mil millones, casi 20 mil millones más de lo que se le había autorizado con recorte incluido.
Por ahora, 37 nuevas empresas privadas de siete países ya operan en México —además de Pemex— y sus requerimientos de servicios son determinados por sus propias necesidades.
Muchas de ellas llegaron a México con sus propios equipos, personal y proveedores. Algunas de ellas son: Canamex Dutch, Renaissance Oil Corp, Roma Energy Holdings, ENI International, Pan American Energy, Fieldwood Energy, Statoil, ONGC Videsh Limited, Hunt Overseas Oil Company, Atlantic Rim México, Murphy Worldwide y Petronas Carigali International, principalmente.
Con todo y de seguir en las mismas condiciones, recalcó Luis Manuel Ocejo, “la crisis en la marina mercante nacional no sólo llevará a la quiebra a varias empresas mexicanas, sino sobre todo, a la pérdida de la fuente de ingreso para miles de familias en el país”.
“Particularmente en un contexto económico adverso en el que Pemex ha realizado importantes recortes en su presupuesto y actividades, las navieras mexicanas han expresado en diversos foros la importancia para la marina mercante nacional de que se cumpla la ley y reducir al mínimo el número de embarcaciones extranjeras que busquen prestar servicios en aguas mexicanas, particularmente en actividades costa afuera en el Golfo de México”, apuntó.