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Mientras que el Banco Central ajustó a la baja sus previsiones económicas ante un panorama de desaceleración global más complicado y por la incertidumbre en torno al gobierno de la nueva administración estadounidense, encabezada por Donald Trump, y amenazas de proteccionismo comercial, la Secretaría de Hacienda se mostró optimista al mantener el mismo pronóstico basado en el dinamismo del mercado interno.
En conferencia de prensa, el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, advirtió que el recorte al PIB aún no incorpora los efectos adversos sobre México, de la política fiscal, los programas de infraestructura y relación bilateral del gobierno del presidente electo en Estados Unidos, porque se desconocen, ni se sabe la posible respuesta de las autoridades.
Por separado, la subsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, afirmó que más que optimista, la visión del gobierno es más bien realista, porque en estos momentos no ven elementos para tener una posición diferente.
Banxico dio a conocer que para 2016 la estimación de crecimiento económico pasó de un rango de entre 1.7% y 2.5%, para quedar en un intervalo de 1.8% a 2.3%. Para 2017 el pronóstico anterior estaba entre 2% y 3%, pero con el ajuste quedó en 1.5% y 2.5%.
Hacienda mantuvo su pronóstico de 2016 en un rango de entre 2% y 2.6%. A inicios de año ubicaba su proyección entre 2.6% y 3.2%. En tanto, para 2017 también dejó sin cambio su previsión, en un intervalo de entre 2% y 3%.
Mundo rico de incertidumbre. Al presentar el Informe Trimestral de la Inflación, Carstens dijo que es normal que en un contexto de incertidumbre no coincidan con la visión de la Secretaría de Hacienda.
“Ahorita es un mundo rico de incertidumbre, y la verdad no sorprende que haya diferencias en las expectativas”.
Destacó que si se toman en cuenta las previsiones de los analistas, como la encuesta de CitiBanamex, “es entendible que pudieran existir estas diferentes visiones de previsiones de crecimiento para el cierre de 2016 y 2017".
De acuerdo con el sondeo quincenal de CitiBanamex, el pronóstico de crecimiento del PIB se redujo de 2.3% a 1.8% para el próximo año y de cumplirse, va a significar el peor desempeño desde 2013, cuando la economía se expandió 1.4%.
Carstens mencionó que Banxico decidió hacer los ajustes porque las perspectivas de crecimiento mundial y el intercambio comercial internacional continuaron en revisión a la baja.
Además, el resultado de las elecciones presidenciales en el vecino país del norte incrementó el riesgo de políticas que obstaculizarán el comercio exterior y la inversión extranjera directa.
En cambio, Vanessa Rubio afirmó que México sigue creciendo más que otros países latinoamericanos como Chile y Argentina en medio de un contexto internacional adverso, es decir, que ofreció los mismos argumentos de su antecesor en el cargo.
“La expectativa sigue como la planteamos, de 2017, del crecimiento, sigue en un rango de 2% a 3%; y definitivamente no estamos siendo optimistas, estamos siendo realistas. No tenemos ningún elemento que nos haga, hoy por hoy, pensar en una posición distinta respecto de la expectativa de crecimiento de este año”, ponderó la subsecretaria de Hacienda.
Sobre las proyecciones de Hacienda y Banxico, el economista senior de Banorte, Alejandro Cervantes, opinó que hubiese sido recomendable un recorte más pronunciado al rango de crecimiento previsto por el banco central.
El director de los programas de Economía del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, Raymundo Tenorio, dijo que Banxico ejecutó ajustes moderados ante eventuales políticas proteccionistas que se esperan en Estados Unidos. “Su pronóstico es más creíble que la necedad de Hacienda de mantener previsiones con el fin de hacer sostenible su política fiscal”.
