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La incertidumbre generada por la victoria de Donald Trump en Estados Unidos puede reducir las inversiones del sector privado y los flujos del extranjero, lo cual llevará a un menor crecimiento de la economía mexicana.
Las calificadoras Standard and Poor’s y Moody’s resaltaron el riesgo para el país ante la posibilidad de menores flujos de inversión y el alza de tasas por parte del Banco de México.
“Un evento tal, junto con una moneda potencialmente más débil, puede disminuir la ya modesta tasa de crecimiento del país. Esperamos un PIB ligeramente por encima de 2% en 2016”, detalló Standard and Poor’s.
En un análisis sobre los efectos de la victoria del republicano en la economía global, la agencia enfatizó que cualquier medida para revocar o diluir tratados comerciales puede tener un impacto negativo en las exportaciones de países latinoamericanos.
“México y sus vecinos en Centroamérica están más expuestos a este riesgo que Sudamérica. Una potencial caída en estas entradas de dólares puede reducir el consumo privado en países receptores. Menores exportaciones y remesas pueden debilitar expectativas de crecimiento”, añadió.
En el caso de corporativos mexicanos, la calificadora resaltó los efectos del tipo de cambio, alza en tasas e inminente encarecimiento del crédito.
“Aunque el grado de impacto va a variar de acuerdo con la fortaleza de cada economía, las condiciones de negocio probablemente se tornen menos favorables y el acceso al crédito puede hacerse más costoso”, dijo.
Presión para deudores. Moody’s estimó que un ajuste en las tasas de interés en México va a tener repercusiones en la capacidad de pago de deudores, lo cual presionará a bancos.
“La expectativa de un incremento en tasas de interés en medio de un entorno económico de bajo crecimiento también puede afectar la capacidad de los deudores para pagar sus deudas, incrementando así el riesgo de activos de los bancos. Específicamente, esto afectaría al segmento minorista de rápido crecimiento, el cual representa alrededor de 35% del total de la cartera de créditos”, detalló.
Destacó que la perspectiva de crecimiento de México se verá afectada por la incertidumbre en torno a un posible cambio en las políticas comerciales y de migración de Estados Unidos por el resultado de la elección presidencial, y esto a su vez va a tener un efecto negativo en diversos sectores.
“El golpe que recibió el peso mexicano desde la elección puede generar inflación y provocar que el banco central endurezca más su política monetaria. La combinación de tasas más elevadas y un sentimiento negativo de inversionistas, creará vientos en contra para la economía”, añadió.
Moody’s recalcó que el crecimiento económico más lento será un reto mayor para una consolidación fiscal adicional en México.
“Cualquier efecto negativo en la industria automotriz sería preocupante debido a la importancia que tiene este sector para atraer inversión extranjera directa e impulsar el crecimiento del PIB”, añadió la calificadora.
A partir de la victoria de Donald Trump, Moody’s recortó su proyección de crecimiento del PIB mexicano de 1.9% a 2.5% para el próximo año y de 2.3% a 2.7% para 2018.
