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Durante septiembre pasado el nivel de desocupación revirtió la tendencia a la baja que había registrado en los últimos tres meses. Así, la tasa de desocupación fue de 3.9% de la población económicamente activa (PEA) a nivel nacional, tasa mayor a la del mes previo de 3.7%, informó el Inegi.
El reporte sugiere una visión marginalmente más positiva para el mercado laboral mexicano durante septiembre, ya que si bien la tasa de desempleo aumentó, ello se explicó por un porcentaje mayor de trabajadores que se incorporaron a la masa laboral (reflejado en el aumento en la tasa de participación). Por su parte, las tasas de subocupación y de informalidad disminuyeron durante el mes en cuestión, opinó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte-Ixe.
En septiembre 59.9% de la población de 15 años y más en el país se ubicó como económicamente activa (tasa de participación). Esta cifra aumentó respecto a la observada en el mes inmediato anterior que fue de 59.8%, con cifras desestacionalizadas.
La tasa de subocupación, referida al porcentaje de la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda, se ubicó en 6.9%, su tasa más baja desde octubre de 2008.
Por su parte, la tasa de informalidad laboral ―proporción de la población ocupada que es vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo― fue de 56.9% en el noveno mes del año, inferior al 58% registrado en agosto.
Entre las entidades con mayor desocupación en septiembre destacó Tabasco, con tasa de 8% de su PEA, y le siguen en importancia Sonora, con 5.9%; Estado de México, 5.8%; Baja California Sur, 5.2%; Tamaulipas, 5.1%; y Durango, con 5.0%.
Por el contrario, las economías estatales con los menores niveles de desempleo fueron Guerrero, con tasa de apenas 1.9%; Yucatán y Oaxaca, 2%; San Luis Potosí, 2.7%; Quintana Roo y Zacatecas, 2.8%.
Hacia adelante la mejoría que ha presentado la creación formal de empleos estará acotada por la desaceleración que presentará la economía mexicana en el último trimestre del año. En particular, el menor dinamismo del gasto público (derivado de los recortes implementados por Hacienda, incrementará el número de desempleados, lo que afectará la dinámica de crecimiento del mercado laboral mexicano, advirtió Cervantes.
Del mismo modo, es probable que la contracción del gasto público desincentive la inversión privada, lo que a su vez limitaría la creación de empleos privados, agregó.