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Los diputados debieron ser prudentes y no incrementar la plataforma de producción petrolera, ni ajustar la paridad peso-dólar que hicieron en el dictamen de la Ley de Ingresos 2017, porque los cambios en el tipo de cambio impedirán un superávit y generarán costos adicionales al erario público, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“Es fundamental estimular los ingresos del sector público, pero mediante el fortalecimiento de las fuentes de recursos permanentes. Mientras tanto, no se debe insistir en tratar de elevar los recursos solo a través de ajustes en los pronósticos”, comentó.
Si no se llega al superávit de 0.4% del PIB, sería preocupante por ser “uno de los parámetros que se toma en cuenta a la hora de evaluar la calificación de la deuda soberana de México”, agregó el centro.
El aumento que se puede tener en los ingresos petroleros por los cambios hechos por los legisladores se anulará porque será mayor el gasto por importaciones petroleras y “es factible que pueda incidir negativamente en el superávit primario que se tiene previsto”.
“Habría sido mejor ser prudentes y evitar ajustes que pueden generar un panorama más relajado en materia de gasto y por lo tanto en cuanto a lo urgente y efectivo que es reducir el monto de las erogaciones del sector público”, aseveró.