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Aproximadamente, seis de cada 10 litros de gasolina que consumen los mexicanos son producidos en el extranjero. De ellos, cinco provienen de Estados Unidos.
De acuerdo con información de las secretarías de Hacienda, Economía; Petróleos Mexicanos, y el Departamento de Energía de Estados Unidos, México está alcanzando niveles de importación de combustibles automotores sin precedente.
Hasta agosto de este año, las compras externas de gasolina tipo Magna y Premium representan 63.2% del consumo nacional.
En su reporte Short-Term Outlook de octubre 13, la US Energy Information Administration, organismo encargado de las estadísticas oficiales del sector energético de Estados Unidos, detalló que México está convertido en la principal puerta de salida de los excedentes de gasolinas que se producen en ese país.
La información detalla que el país encabeza la lista de naciones hacia donde se envían aproximadamente 509 mil barriles diarios en promedio de combustibles automotores procesados en refinerías de ese país:
México capta de ese país 280 mil barriles diarios, 10 veces más de lo que compran economías como Colombia, Canadá, Brasil, Ecuador y Guatemala, con volumen que van de los 19 mil a los 29 mil barriles diarios.
La situación se complica porque se espera que el Sistema Nacional de Refinación siga trabajando por debajo de su capacidad en 2017, lo que va a obligar a recurrir a mayores niveles de compras externas no sólo de gasolinas sino de gas.
Durante la Sesión 5 Ordinaria del Consejo de Administración de Pemex Transformación Industrial (TRI), del pasado 1 de julio, el suplente del director de la empresa productiva subsidiaria, Jorge Itzal Martinez reconoció que las refinerías de Salina Cruz, Cadereyta y Madero están presentando problemas por parte de sus instalaciones requieren mantenimiento, rehabilitación y sustitución porque concluyeron su vida útil.
Explicó que el suministro de crudo y gas por parte de Pemex Exploración y Producción ha sido menor a lo programado, lo que va a incidir en el balance de la subsidiaria y presionará las importaciones.
De hecho, comentó que en el tema de la capacidad del sistema se espera “subutilizacion” en 2017 que puede afectar no sólo a Pemex sino a toda la cadena de producción y valor.
Esta situación ha venido impactando la producción nacional de gasolinas. Tan solo en los primeros ocho meses del año, se produjeron 348 mil barriles diarios de gasolinas en sus tipos Magna y Premium, un volumen similar a todo lo que se importa actualmente.
Esto significa, que por cada barril de gasolina que se trae del exterior, las seis refinerías que opera Pemex producen otro.
Desde 2013, el sistema nacional de refinación ha entrado en una fase de declive que está comprometiendo los niveles de producción de combustibles automotores. En 2013 se producían 473 mil barriles diarios. Hoy se producen 381 mil barriles por día, con lo cual se alcanza a cubrir tan solo la mitad de la demanda nacional, estimada en 815 mil barriles diariamente.
Esto explica en buena medida porque las compras externas se han incrementado sustancialmente, las cuales pasaron de 358 mil a 426 mil entre 2013 y 2016.
Este año, entre julio y agosto superan los 530 mil barriles por día.
