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La Organización Mundial del Comercio (OMC) va a ser la “salvación” y el único mecanismo de protección de los países que se afecten por el surgimiento de medidas proteccionistas a escala internacional o, por las acciones contra la apertura comercial que adopten las economías, aseguró el juez del Órgano de Apelación de diferencias de ese organismo, Ricardo Ramírez Hernández.

En el caso de los socios del Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Canadá, Estados Unidos y México, de convertirse en realidad el discurso del candidato republicano ala presidencia de EU, Donald Trump, y concretarse la salida de los estadounidenses, aun así los tres países están legalmente vinculados por la OMC y se tendrían reglas para mantener el comercio, dijo el también integrante de paneles de solución de controversias de ese acuerdo trilateral.

Si las grandes iniciativas comerciales como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) no entraran en vigor, por la falta de ratificación de los congresos de los 12 países que lo integran, la OMC es el camino para mantener disciplina en el intercambio comercial.

Para el primer mexicano en ser juez del máximo mecanismo de apelación de la organización, en el mundo hay un aumento de las medidas proteccionistas que afectan a los países.

Ante las críticas de que hay falta de acuerdos al interior delorganismo comercial, que llevó a los países a negociar y firmar acuerdos comerciales bilaterales y regionales, además de que la resolución de casos toma tiempo, aseveró que hay espacios para hacer mejoras, todo “es perfectible”.

Aunque, el jurista, quien también es Presidente del Colegio de Profesores de Comercio Exterior de la Facultad de Derecho de la UNAM, añadió que el organismo multilateral es de los que resuelve más rápido los casos.

¿La apertura comercial pasó de moda, porque estamos viendo un regreso al proteccionismo? ¿Esto quiere decir que ya no hay beneficios del libre comercio?

—Más que dejarle de ver beneficios al libre comercio, éste se volvió un chivo expiatorio muy fácil, un blanco que es criticable.

Por ejemplo, a más de 20 años del TLCAN hay una retórica de que no funciona y en el contexto en el que estamos es fácil culpar a este tipo de acuerdos, pero se nos olvide que estos instrumentos son contratos que establecen derechos y obligaciones, y que más allá de política industrial y agropecuaria son decisiones de cada país.

Es un blanco fácil, el señalar a un acuerdo comercial como el TLCAN como el causante de los males y no culpar a políticas de Estado.

En el caso de México nunca se ha hecho el TLCAN hacia adentro.

¿Legalmente, con las amenazas del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump puede ese país salirse del TLCAN. O Hillary, la aspirante demócrata puede renegociarlo?

—La respuesta legal es Estados Unidos sí puede dejar el TLCAN seis meses después de que lo pida. Pero existe un entramado tan grande de relaciones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá que sería difícil que el sector privado acepte una cosa así.

Legalmente se puede. Pero aún y cuando ocurriera estarían vinculados los tres países por la OMC.

En términos generales los aranceles de México están en un nivel bajo de 4.6% para el sector industrial, salvo el tema agrícola que están en más de 20.9%. Pero las disciplinas que se adoptaron en la OMC son muy similares.

Seguirían habiendo reglas comerciales de intercambio entre los tres socios, aun sin la existencia del TLCAN, aunque no estarían tan desarrolladas para el tema agropecuario.

¿Con casos como el Brexit y los discursos de los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos puede decirse que hay un regreso al proteccionismo en el mundo?

—En el último reporte la OMC afirma que hay un regreso a medidas proteccionistas, sí se ha sentido.

De octubre de 2015 a mayo de 2016 crecieron 11%.

De octubre de 2008 a mayo de 2016 surgieron 2 mil 800 medidas de protección, de las cuales solamente 25% se eliminaron.

Pero la OMC debe verse como el mecanismo de salvación o salvavidas en caso de que todas las iniciativas regionales no lleven a buen puerto.

Si desapareciera el TLCAN o no entrara en vigor el TPP hay una serie de disciplinas que pueden ser puntales para una liberalización.

El problema es que hay países que privilegiaron la vía regional y bilateral, contra lo multilateral.

Hay cuestionamientos de diversos organismos sobre si el TPP y el acuerdo conocido como TTIP, entre Estados Unidos y Europa, de verdad solucionarán problemas comerciales, ¿qué se espera de los llamados mega acuerdos?

—A pesar de la proliferación de los acuerdos, la organización es el mecanismo de solución de controversias más importante y efectivo. Pero no se puede reducir el papel de la OMC sólo a eso. Además, de nada sirve incluir disciplinas que vayan más allá de los acuerdos de la OMC si los mecanismos para aplicarlos no funcionan.

Aunque no los conozco del todo. En el caso del TPP habría que ver si atiende y resuelve los problemas y fallas de otros acuerdos, como el TLCAN.

Para Canadá, EU y México es importante que en verdad el TPP sea una modernización del TLCAN y que atienda los defectos del actual acuerdo.

El TPP, por ejemplo, tiene más de 170 referencias a la OMC. El problema es que estos mega acuerdos comerciales dejan afuera a actores fundamentales como China o India.

¿Tuvo algo que ver la falta de acuerdos en la organización para liberar el comercio?

—Surgieron nuevos actores, Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, los BRICS que provocaron que la dinámica fuera distinta. Porque esos países ejercieron presión. La toma de decisiones dentro de la OMC se hizo más difícil y fue entonces que los países privilegiaron la vía bilateral.

Aunque no vislumbraron que el único foro donde convergen todos es la OMC y hay un tema importante, la manera en que se hace comercio hoy, no igual a lo que sucedió hace 20 años. Antes comerciabas productos finales, hoy se intercambian insumos por la cadena de suministro.

En un comercio integrado donde privilegias el hacer eficiente el intercambio lo único que haría sentido es tener mayores reglas multilaterales, no bilaterales.

Pero ha transcurrido más de una década para que se lleguen a acuerdos dentro de la OMC...

—Tarda tiempo, pero tenemos casos de éxito como el acuerdo de facilitación, que está en proceso, pero falta poco para que entre en vigor.

El problema es cómo acuerdos regionales, como el TPP, se van a ajustar a una nueva forma de hacer comercio a través de las cadenas de suministro.

Antes los tratados distinguían entre servicios de telecomunicaciones y contenidos de televisión y radio. Hasta se regulaban distinto en México.

Y hoy son lo mismo, pero no sólo es cómo se regulará en un país, sino qué pasará en lo regional.

Los mecanismos de solución de diferencias en conflictos comerciales toman mucho tiempo, sin importar si son regionales, bilaterales o multilaterales. Como por ejemplo lo que sucede en el TLCAN

—El capítulo 20 de solución de controversias del TLCAN no funciona.

Pero no sólo es un problema de ese acuerdo, es de todos los mecanismos de comercio regionales.

Al final las controversias se resuelven en la OMC, aunque el mecanismo de la organización es perfectible.

Puede mejorarse el tiempo en el que se emiten las resoluciones y es algo que debieran atender los integrantes del organismo trilateral.

¿Qué tan eficiente es la resolución de diferencias en la OMC?

—El mecanismo de resolución es rápido. Para llegar al Órgano de Apelación tarda un año y medio o dos años. Después de pasar por las consultas y formación de los paneles.

En la OMC hay más de 500 casos iniciados, la mitad se resuelve en la primera etapa, es decir, ni siquiera llegan a panel.

De esa mitad que queda, almenos dos terceras partes se acaban en la segunda etapa.

De los 500 casos, alrededor de 20% llegan al Órgano de Apelación y menos de 5% llegan a sanción económica.

Juzguemos al mecanismo porque es efectivo porque 70% de los casos se acaba en año y medio o dos años.

México tiene y tuvo casos que le llevaron años en resolver ante la Organización Mundial de Comercio.

Las reglas de etiquetado de carne que impuso EU a México se resolvieron antes de que llegara a sanción.

Ha habido casos de conflictos comerciales de México que llegaron a esas etapas. En el tema del atún es un caso extraordinario en términos que de que se recorren todas las etapas como el asunto del algodón entre Estados Unidos y Brasil, o el de las aeronaves entre Canadá y Brasil.

Con la experiencia de ser panelista en la resolución de casos del TLCAN ¿qué faltó para que tuviera éxito total ese acuerdo?

—Tenemos pendientes. Primero, el tema se refiere a los problemas de normas sanitarias que se registran en el intercambio comercial entre México y Estados Unidos.

Segundo, en el tema de profesiones se reconoció un número muy reducido de éstas cuando era la gran ventaja de México. El que ingenieros, enfermeras, doctores, arquitectos, licenciados y profesionistas mexicanos que pudieran trabajar en Estados Unidos.

Tercero, hubo cosas que no se regularon como el tema de autos usados.

Cuarto, desde luego el gran pendiente que es el asunto de la solución de las controversias.

Se abandonó el capítulo 20 en torno a controversias Estado–Estado y la joya de la corona del TLCAN, que era el mecanismo de solución de controversias, el cual permitía a los exportadores canadienses y mexicanos demandar la aplicación de cuotas antidumping en Estados Unidos y viceversa. Ahora el soporte administrativo es nulo, opera en automático ese capítulo, porque el gobierno mexicano lo abandonó, a pesar de ser de los grandes logros.

Es un mecanismo que sólo lo tiene el TLCAN, no está ni siquiera en el TPP, es un mecanismo que permite a las empresas que se les imponen cuotas anti subsidios tener acceso a un panel internacional integrado por cinco panelistas, en lugar de recurrir a instancias internacionales. Por ejemplo, se usó en fructosa, acero, y en más de 50 casos, cuando menos.

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