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El gobierno prepara un paquete de estímulos fiscales que formará parte del Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, con el propósito de impulsar el desarrollo de electrolineras donde los dueños de vehículos eléctricos puedan recargarlos.
El esquema propone establecer un crédito fiscal de 30% por las inversiones en equipos de alimentación para vehículos verdes que sean de acceso público. El recurso se aplicará contra el Impuesto sobre la Renta (ISR), con el propósito de impulsar el desarrollo de cadenas de suministro de fuentes de energía limpia para automóviles.
De acuerdo con información de las secretarías de Hacienda y de Energía, así como de un análisis de la industria de vehículos eléctricos e híbridos, “existe un problema de coordinación en cuanto a la adopción de esta tecnología, de forma que el mercado no produce un resultado eficiente”.
Así, “no se construyen estaciones de recarga porque no hay suficientes vehículos, mientras que los consumidores no compran vehículos porque son caros y no hay estaciones de recarga. El problema de coordinación mencionado contribuye a explicar la baja adopción de vehículos eléctricos en el país”, arroja el análisis.
Datos oficiales muestran que en México existe una carencia de infraestructura de recarga para autos eléctricos: el número de estaciones para vehículos eléctricos es de 380, de las cuales 171 son públicas, lo que representa una cobertura de 0.14 electrolineras por cada 100 mil habitantes.
Esta cifra se compara desfavorablemente con la disponibilidad de gasolineras, de 9.1 por cada 100 mil habitantes, de forma que la densidad de electrolineras por habitante es 64 veces menor que la de las gasolineras.
La información que forma parte del diagnóstico de la propuesta subraya que en ausencia de suficiente infraestructura, otras medidas que alteren los precios relativos de los vehículos eléctricos o híbridos tienen poca efectividad, pues el costo de su uso permanece elevado con relación a los autos de combustión interna.
Precisa que los estímulos directos al precio para reducir su costo respecto a los vehículos de combustión interna no son recomendables. Además de resultar poco efectivos por el problema de coordinación mencionado, medidas de esta naturaleza son regresivas, dado que estos bienes o vehículos son adquiridos principalmente por 30% de los hogares de mayores ingresos.
Este lunes, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) dio a conocer el reporte de venta total de vehículos híbridos y eléctricos entre el 1 de enero y el 31 de julio de 2016.
El organismo empresarial detalló que durante julio pasado, la venta de vehículos híbridos y eléctricos ascendió a 894 unidades, de los cuales 20 fueron eléctricos y 874 híbridos.
En el acumulado enero-julio 2016 se comercializaron 3 mil 724 vehículos con este tipo de tecnologías.
De hecho, el mayor número de unidades de este tipo vendido en lo que va del año, es decir, mil 608, circulan en la Ciudad de México, mientras que hay 439 en el Estado de México, 354 en Jalisco y 281 en Nuevo León. Así, en esas cuatro entidades circulan 7 de cada 10 unidades verdes que se han comercializado en 2016.
En enero de este año, la industria automotriz había anticipado que en el primer trimestre se iniciaría el proyecto de estaciones de carga “mutimodal”, en las cuales todos los vehículos —a gasolina, diesel, gas y electricidad— podrían realizar sus recargas.
Desde entonces, el sector propuso que el gobierno otorgara la concesión de un modelo de negocio de electrolinera a la iniciativa privada con el fin de generar la infraestructura necesaria para avanzar hacia la utilización de unidades automotoras eléctricas.
Las armadoras Nissan y BMW incluso hicieron referencia a una inversión cercana a los 13 millones de pesos para construir estaciones de servicio para autos eléctricos. El esquema que podría entrar en vigencia a partir de enero de 2017 prevé, además, que el mayor uso de autos eléctricos e híbridos ayude a resolver el problema ambiental en las metrópolis.
De acuerdo con el Inventario Nacional de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero de 2014, publicado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, alrededor de 95.6% del total de emisiones de gases de efecto invernadero proviene del dióxido de carbono (CO2), mientras que 38% de las emisiones totales de ese gas tiene su origen en la quema de combustibles fósiles de fuentes móviles y 24% se origina en vehículos automotores que utilizan gasolina. “La adopción de vehículos eléctricos e híbridos puede contribuir a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono”, añade.
El documento reconoce que “si bien la generación de energía que es utilizada para recargar las baterías de estos automóviles resulta en la emisión de partículas de dióxido de carbono, información de la Comisión Federal de Electricidad indica que en toda la vida útil de un vehículo dicha emisión es en promedio 54% menor que las emisiones de las unidades con combustión de gasolina”.
