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El menor ritmo en el crecimiento de la economía y sus posibles afectaciones en el otorgamiento del financiamiento van a provocar que los bancos mantengan a los créditos al consumo como su alternativa para mantener sus metas de negocio, detalló la calificadora Standard and Poor's.

La firma destacó que actualmente los bancos en América Latina afrontan condiciones económicas poco favorables, a la par de que los crecientes riesgos pueden afectar la capacidad crediticia de los hogares y presionar los indicadores de calidad de activos de los bancos.

“El crédito al consumo, que representa un producto crediticio importante y que ha demostrado ser un motor para el crecimiento del crédito durante los últimos años, se mantendrá como un factor clave para las estrategias de negocio de los bancos en América Latina durante 2016 y 2017. La participación de los créditos al consumo sobre el total de los créditos en los sistemas bancarios de la región viene creciendo”, comentó.

En el caso de México, Standard and Poor's comentó que los créditos de nómina han ganado mercado dada la certeza de pago vía transferencias directas a la institución financiera, o la cobranza se realiza a través de socios o distribuidores en el caso de instituciones financieras no bancarias o acreedores no tradicionales.

Así, la firma explicó que ante la actual desaceleración del crecimiento del PIB per cápita de México que pasó a 9 mil 400 dólares en 2015 desde 10 mil 800 dólares contabilizados en 2014, el crédito de nómina seguirá cubriendo las necesidades de corto plazo de los deudores y brindará los fondos necesarios para mantener su nivel de gasto.

“Esperamos que el desempleo disminuya, lo que puede seguir impulsando el crecimiento de dos dígitos del otorgamiento de crédito de nómina”, dijo la calificadora.

Sin embargo, resaltó que los recortes al presupuesto del gobierno como parte de los planes de austeridad fiscal pueden subir la tasa de desempleo en el sector público, y a su vez incrementar la presión sobre los indicadores de calidad de activos de los bancos.

“Los riesgos adicionales como la retención de los pagos de los empleados por parte de las entidades públicas puede potencialmente aumentar la cartera vencida, la cual esperamos en créditos de nómina en torno a 3.5% en los próximos dos años”, añadió.

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