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N ingún secretario de Hacienda en la historia moderna de México había repetido dos veces el mismo cargo en tan poco tiempo. Tampoco, un responsable de las finanzas públicas había pasado por tres carteras más dentro del gabinete en diferentes administraciones.
En los corrillos políticos le daban pocas posibilidades de repetir en esta posición por haber servidor a un gobierno panista.
Y sin embargo, contra todas las apuestas, José Antonio Meade, regresó a casa en donde empezó como jefe de asesores del entonces secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien siempre arropó al joven talento que hoy vuelve a Palacio Nacional con más experiencia como lo delata su cabello un poco encanecido.
Al inicio del sexenio que marcó el regreso del PRI a Los Pinos, Meade le entregó la estafeta a Luis Videgaray, su compañero y amigo de todas las batallas como estudiantes de Economía en el ITAM y en la Facultad de Derecho en la UNAM.
“Bienvenido a casa”, le dijo un Videgaray con voz entrecortada en el Salón Panamericano de Palacio Nacional durante el mensaje a medios que ofrecieron tras los cambios en el gabinete a un día de la entrega del Paquete Económico de 2017.
Así fue como se sintió Meade “como en casa”, a diferencia de cuando lo nombraron titular de la Secretaría de Desarrollo Social tras haber sido nombrado canciller.
El funcionario dejó el pantalón de mezclilla y las camisas arremangadas para enfundarse otra vez en traje azul obscuro y corbata de cuadros en rosa y azul claro.
No dejó de recordar las mocedades que vivió con Videgaray en los inicios de sus carreras profesionales. Videgaray trabajaba como asesor del secretario de Hacienda y él en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
Los reconocimientos mutuos provocaron aplausos de los servidores presentes en el salón.
Ahí estaba el que hasta ayer era el Jefe del Servicio de Administración Tributaria, Aristóteles Núñez despidiéndose de los representantes de los medios de comunicación, a los que llamaba mi fuente, la fuente que compartía con Hacienda.
En el acto protocolario de toma de posesión, en presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llegó Fernando Aportela, quien también dejó de ser el subsecretario del ramo.
Otros que estuvieron presentes fueron el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher y la Tesorera Irene Espinosa, quien con sus sonrisas le dieron la bienvenida a casa a Pepe Meade como le dicen sus amigos.
Al término del evento, funcionarios de todos niveles hacían antesala en la oficina del secretario para entregar cuentas y ponerlo al tanto, porque aunque regresó a casa, la casa no es la misma que dejó hace más de tres años.
Pues hay que poner orden para no perder el grado de inversión que tanto le costó a México que le dieran las empresas calificadoras.