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El incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas, entre ellas los refrescos, va a ser de los temas a debatir en la próxima negociación del Paquete Económico 2017.

Actualmente, las bebidas azucaradas como jugos, tés, bebidas energéticas y refrescos están gravados con un peso por cada litro de bebida que se vende. La medida fue implementada en la reforma fiscal de 2014 con el argumento de que el gobierno tenía interés por reducir los índices de obesidad y diabetes en México.

El pasado 13 de julio, el senador perredista Armando Ríos Piter, acompañado por legisladores y representantes de la sociedad civil, presentó una iniciativa para incrementar el IEPS a bebidas azucaradas a 2 pesos por litro vendido, lo cual representa un incremento de 100% en comparación con el gravamen pagado hasta ahora.

En el evento estuvo Alejandro Calvillo, director de la organización civil El Poder del Consumidor y uno de los más aguerridos críticos de la industria refresquera, además de los senadores Martha Tagle y Zoé Robledo, de Movimiento Ciudadano, entre otros.

El mismo día de la presentación, la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), que representa a las multinacionales Coca-Cola, Pepsico y las refresqueras, expresó su rechazo a la iniciativa en un comunicado.

Otro de los oponentes al alza del IEPS es la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anprec), que dirige Cuauhtémoc Rivera.

El organismo asegura que el gravamen ha tenido un impacto negativo en las ventas de las tiendas tradicionales del país, porque el refresco es de los productos que son más vendidos en sus negocios.

Oposición y ONG van por más gravámenes para los refrescos
Oposición y ONG van por más gravámenes para los refrescos

Punto de discusión. El principal punto de divergencia en esta discusión está en el impacto sobre las ventas de refrescos a causa del IEPS.

La industria dice que el impacto ha sido menor, que el consumo no ha tenido una reducción y que es insuficiente para atacar a la obesidad.

En contraparte, promotores de subir este gravamen alegan que sí hubo una baja en el consumo y es necesario una mayor alza en el impuesto, aunque reconocen que no es la única medida ante el problema de salud.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se observó una reducción de 1.4% en el volumen de ventas de los refrescos de cola en 2014, el primer año con el impuesto en estas bebidas. Para 2015, el volumen de ventas tuvo una contracción de 0.3%.

Los números del Inegi no detallan de manera exacta el volumen de todos los productos afectados por el IEPS. Aunque el agua saborizada, incluso saborizantes como el Tang quedaron gravados con el IEPS.

Punto a favor. Uno de los mayores puntos a favor de subir el impuesto es el estudio La compra de bebidas en e tiendas en México en el contexto del impuesto a bebidas azucaradas, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Centro de Población de la Universidad de Carolina del Norte.

El estudio, difundido a mediados de 2015, fue publicado el pasado 6 de enero de 2016 en el British Medical Journal, una de las más prestigiosas revistas científicas del Reino Unido.

Tras este golpe para la industria, Anprac y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), organismo que agrupa a más de 40 empresas del sector de alimentos, han buscado descalificar la investigación.

Entre sus estrategias esuvieron patrocinar estudios cuyos resultados favorecieron su posición.

Además del IEPS a refrescos, los legisladores de izquierda y organismos civiles analizan la posibilidad de incrementar el impuesto a productos con alto contenido calórico.

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