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Se espera que México cumpla con la responsabilidad fiscal y estabilidad macroeconómica a través del paquete económico de 2017, dijo la subsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio.

“La gente, los mercados, los inversionistas lo que esperan es que México cumpla, que dé certidumbre y que envíe lo que mandamos a través de éste paquete económico, que es un mensaje de responsabilidad, de prudencia, en un entorno de volatilidad”, dijo en reunión con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.

Para ello, consideró necesario estar a la altura de las circunstancias, lo que se logrará con solidaridad compartida por parte de todos los poderes que habrán de tomar decisiones en materia presupuestaria y fiscal.

En el primer encuentro con la Comisión de Hacienda para presentar las expectativas que se plantean en los Criterios Generales de Política Económica para 2017, dijo que para hacer más con menos en un entorno externo complicado, debe haber una mejor coordinación y focalizar recursos.

Reiteró la necesidad de enviar un mensaje de prudencia al cerrar el ciclo en que se usó de forma prudente la deuda contra la recesión de 2008.

Advirtió que cuando no se toman medidas prudentes y a tiempo, los resultados no son los óptimos, como se ha visto en la historia del país y en otras naciones de América Latina.

“El bien más importante a preservar es la estabilidad macroeconómica, la estabilidad financiera, la credibilidad, y enviar mensajes de responsabilidad en este entorno de volatilidad internacional”, advirtió.

Aseguró que pese a un entorno mundial complejo, México está creciendo por encima de otros países, pese a la integración global de su economía, y para sostener esa trayectoria frente a un escaso margen de maniobra fiscal, hay que actuar a tiempo como lo está haciendo el gobierno.

“Cuando uno no toma estas decisiones de manera oportuna, los costos se miden en puntos del PIB, y cuando uno los toma de manera responsable, como lo estamos haciendo, eso se mide en decimales del PIB”, señaló.

Cancelaciones y condonaciones. En la reunión, el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Osvaldo Santín, dijo que en la presente administración, un total de 7 mil contribuyentes han sido beneficiados por la condonación de adeudos fiscales.

Con lo anterior se evitó el cierre de empresas y la pérdida de empleos, explicó ante las recriminaciones que le hicieron diputados de oposición.

Las condonaciones se dan cuando hay un decreto o instrucción del Congreso en los que establecen los casos en los que se puede aplicar, explicó.

También cuando un contribuyente entra en concurso mercantil; la decisión y monto se determina dentro de un proceso jurisdiccional a cargo de un juez, puntualizó. Según el funcionario, las multas y recargos son los casos más comunes que se condonan.

De las cancelaciones de adeudos fiscales, Satín, afirmó que no representan un “perdón”, sino un proceso contable cuando se determina que no es recuperable tras una investigación de los bienes del deudor.

Afirmó que la cancelación no libera del pago del adeudo ni exime de ninguna responsabilidad que pudiera desprenderse de un comportamiento que constituyera un delito.

“No es un perdón, de hecho como parte del proceso de la cancelación se llevan a cabo algunas acciones como cancelación del sello digital, con lo cual ya no puede facturar, se registra en el Buró de Crédito y se da de alta en la lista del SAT de contribuyentes incumplidos”, destacó.

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