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La Junta de Gobierno del Banco de México decidió aumentar el objetivo de la tasa de interés a un día en 50 puntos base para llegar a 4.75% anual.
Este hecho elevará la tasa que cobran los bancos principalmente en los préstamos para la adquisición de un automóvil o una casa y en menor medida los realizados a través de la tarjeta de crédito.
Todas las instituciones de crédito como los bancos o las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) obtienen recursos del Banco de México cuyo costo se calcula con base en la llamada tasa objetivo o tasa de referencia del banco central. Cuando dicha tasa aumenta, el costo de los recursos con lo que se fondean instituciones como los bancos también aumenta y lo transfieren en diferente magnitud a los créditos que otorgan.
En el caso de los préstamos a través de las tarjetas de crédito es probable que el alza no se resienta mucho, debido a que las tasas que cobran estos instrumentos de financiamiento ya son muy elevadas. Por ejemplo, actualmente las tarjetas de crédito en México están cobrando tasas de interés entre 45% y 55%, pero con un Costo Anual Total (CAT) que puede superar el 60%.
Los créditos que se verán afectados por el alza en la tasa de referencia es muy probable que sean los relacionados con la compra de bienes de uso duradero y vehículos, cuyos pagos son a varios meses o años.
En esta misma situación se encuentran los créditos hipotecarios que son a más largo plazo y cuyo incremento podría verse en el corto plazo, cuando los bancos comiencen a hacer sus ajustes en el costo de este tipo de créditos.
Finalmente están los créditos otorgados a las pequeñas y medianas empresas, así como a las personas con actividad empresarial, que de igual forma que en los casos anteriores, el incremento dependerá del plazo a los que están contratados este tipo de financiamientos.
tcm
