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La reforma financiera muestra contrastes a más de dos años y medio de su promulgación.

Si bien se reconocen avances en el crecimiento del crédito, se han dado lentos avances en el tema de inclusión financiera y queda pendiente la creación de los tribunales para agilizar el cobro de garantías por parte de los bancos ante impagos de sus clientes.

“El crédito no ha perdido su ritmo de crecimiento a pesar de que traemos un ritmo de crecimiento lento de la economía. El crédito de la banca se mantiene en ritmos de 15% a 16% al año y tenemos instituciones financieras no bancarias que también son muy activas en el otorgamiento de financiamiento”, dijo Verónica Chau, analista del sector financiero de la calificadora Fitch Ratings.

La reforma financiera planteó entre sus metas alcanzar 40% de penetración del crédito como proporción del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, pese a los avances en el crecimiento del financiamiento, para Fitch este objetivo se ve lejano, porque ahora este indicador se ubica en 33.5%

“Mientras un amplio segmento de la población permanezca en la informalidad no tendrá acceso al crédito y eso será difícil de cambiar en tanto no haya cambios estructurales en ese tema”, destacó la analista.

Para Chau, la creación de los tribunales especializados es uno de los grandes pendientes de la reforma financiera, pues en la medida que haya una mayor certeza en la recuperación de las garantías esto va a incentivar el crédito.

“Nosotros que vemos a lo largo de Latinoamérica existen países donde este tema se da mucho más rápido y esto sienta las bases legales para que el otorgamiento de crédito se haga con más certeza por parte de las instituciones financieras”, dijo.

Hemos estados en un entorno de tasas bajas en los últimos años. El crédito que tiene las tasas altas es el crédito al consumo, y sus tasas están dadas para absorber sus costos operativos y de mora propios de los productos.

En la medida en que haya cada vez una inclusión financiera y que se sofistiquen más los productos y que haya más competencia, esto hará que haya una diferenciación de tasas.

En el tema del costo, productos del sector bancario han mostrado una fuerte reducción debido a la competencia, primordialmente en lo que se refiere al crédito hipotecario.

Sin embargo, en términos generales este factor se ha favorecido por un largo periodo de tasas de interés bajas que apenas comienza a moverse por los cambios en la tasa de referencia del Banco de México.

“El crédito que tiene las tasas altas es el crédito al consumo y sus tasas están dadas para absorber sus costos operativos y de mora propios de los productos. En la medida en que haya cada vez una inclusión financiera y que se sofistique más los productos y que haya más competencia, esto hará que haya una diferenciación de tasas”, explicó la especialista de Fitch Ratings.

Crédito histórico. Para el presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México, Alberto Gómez Alcalá, los avances en la reforma financiera han permitido que el otorgamiento del crédito en el país como proporción del PIB esté a unos días de alcanzar su punto más alto en la historia del país.

“Eso habla de un esfuerzo de la banca, de autoridades financieras y de una contribución de la reforma financiera en esta administración. Este indicador habla por sí solo. Las cosas en la actividad bancaria están bien y no vemos nada que interrumpa este desempeño favorable. Estamos cerca de llegar a 34 o 35% y esto se anunciará en cuestión de semanas”, dijo el directivo.

Estos datos contrastan con el lento avance en el acceso al crédito por parte de la población. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, unos 30 millones de mexicanos guardan el dinero en su casa y 15 millones ahorran en tandas.

A la par, más de la mitad de la población adulta del país no tiene una cuenta de ahorro en instituciones financieras formales. Así, 42.6 millones de adultos no tienen una cuenta de ahorro y 33.6 millones sí cuentan con este tipo de instrumento.

La encuesta destacó que el año pasado, 68% de la población adulta en México tenía al menos un producto financiero, en contraste con 56% que se tenía registrado en 2012.

En opinión de Mastercard, aún falta tiempo para tener mayores avances en este rubro. La reforma financiera abrió la posibilidad de que más intermediarios financieros no bancarios usen el modelo de corresponsalía para llevar servicios financieros a comunidades remotas o con falta de infraestructura en México, modelo que se trabaja para avanzar en la inclusión financiera.

Para la firma, el trabajo conjunto con cooperativas de ahorro o sociedades financieras populares ha habilitado modelos de negocio para desarrollar sistemas de pago en sus propias redes de corresponsales bancarios. Esto les permite extender su alcance y reducir costos de atención y de uso de efectivo.

“Estas reformas no son inmediatas. Si bien hay posibilidad de que tener sus redes de corresponsales, el mecanismo y la norma son restrictivos...Lo de fondo está dado y toma tiempo en que las organizaciones se replanteen su modelo de negocio y lo implementen”, dijo Hernán Garza, líder de Inclusión Financiera de Mastercard.

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