La cultura del ahorro en México no está muy arraigada, y mucho menos entre los jóvenes. Hacerlo es importante no sólo porque hoy los sueldos son más bajos que los que recibían sus padres a su edad —las hipotecas y las rentas también, sólo por mencionar un ejemplo— sino porque su situación frente al retiro es más precaria también. Hoy no existen más pensiones pagadas por el gobierno (o por los trabajadores todavía activos) sino que cada quién se las verá nada más con lo que haya ahorrado en su Afore.
Además, esta generación es diferente a la de sus padres. A ellos, las instituciones bancarias no les interesan. Los jóvenes mexicanos están en consonancia con la tendencia mundial.
Ellos no creen en las instituciones bancarias, prefieren utilizar efectivo a cualquier otro medio de pago y guardan su dinero prácticamente debajo del colchón: 51% de los jóvenes prefiere guardar su dinero en casa, según un estudio de Banamex y la UNAM.
Tan no les interesan los bancos que siete de cada 10 prefiere ir al dentista que escuchar lo que éstas tienen que decirles, de acuerdo con el Millennial Disruption Index.
Pero ellos son el motor de cambio de muchas industrias, principalmente de la bancaria. Este índice se dio a la tarea de analizar las industrias que podrían ser transformadas por la generación millennial y encontró que la bancaria es la que tendrá que experimentar un severo cambio en su modelo de negocio si se quiere ajustar a las nuevas tendencias.
Así, ellos prefieren controlar sus finanzas en línea y ayudados por la tecnología y en consecuencia, ésta es una alternativa para que ellos logren sus metas financieras.
Ya que ellos no ahorran mucho que digamos. “No hay una cultura del ahorro en los jóvenes y muy pocos son los que realmente ahorran. No tienen registro de sus gastos y pagan muchas de sus cuentas en efectivo. En realidad están poco bancarizados y familiarizados con las instituciones financieras”, asegura Leopoldo Somohano, director corporativo de planeación estratégica de PFG.
Concretamente, hablar sobre el ahorro para el retiro en los jóvenes no es muy alentador.
“El retiro todavía no es una preocupación para la mayoría, aunque los que trabajan aspiran a tener acceso a alguna ‘pensión del gobierno’ o ‘Afore’ y mencionan tener la intención de ahorrar para la vejez durante su vida productiva”, señala el estudio Cultura financiera de los jóvenes en México. Lo que no saben los que aspiran a una pensión del gobierno es que para ellos esta posibilidad fue borrada por las reformas a la Ley del IMSS realizadas en 1997, las cuales establecieron que lo único que los que empezaran a cotizar de ahí en adelante tendrían para su retiro, sería lo que ahorren en su Afore.
Si es que ellos ahorran, lo hacen a corto plazo y para gastar. 20% encuentra más satisfacción en gastar el dinero hoy que en ahorrarlo para el futuro y 18% siente un impulso inevitable de comprar algo aunque no lo necesite.
Pocos utilizan crédito y los que lo hacen es para fomentar el consumo —a través de tarjetas de crédito— no para crear patrimonio (como podría ser una hipoteca), señala este análisis.
Por qué es mejor empezar ahora
¿Por qué no ahorrar no es una buena idea y por qué si se hace debe hacerse en otros instrumentos y no bajo el colchón de la casa?
Las condiciones laborales en México cada vez son peores. Es decir, cada vez existen más empresas que optan por contratar bajo el esquema de honorarios —incluso el gobierno mexicano utiliza a veces este esquema—, lo cual priva a los trabajadores (aunque estén ocho horas como cualquier otro colaborador) de prestaciones como la afiliación al IMSS.
Si eres joven seguro has estado contratado bajo éste y otros esquemas parecidos. Si es así, ni siquiera estás aportando mensualmente al ahorro para tu retiro a través de la Afore. Pero lo peor: Aunque sí estés afiliado al IMSS y cotizando mensualmente, lo que estás ahorrando en tu afore no te va a alcanzar.
Quien ahorre sólo 6.5% —que es el porcentaje obligatorio que se destina mes con mes— va a recibir una tasa de reemplazo, o sea, el porcentaje de los últimos sueldos, de 30%.
¿Te imaginas viviendo con sólo una tercera parte de lo que ganas? Seguramente nadie quiere ni siquiera imaginarlo.
Ahora bien, ahorrar es muy bueno, pero hacerlo debajo del colchón no es la mejor idea porque el dinero pierde valor con el tiempo debido a la inflación. Es decir; si guardas tu dinero un año, va a valer cerca de 4% menos porque los precios van a subir y te va a alcanzar para comprar menos artículos. Estarás perdiendo poder adquisitivo. Por mucho que le tengas desconfianza a las instituciones, es necesario que busques otras formas de ahorrar que preserven el valor de tu dinero.
Entonces, ¿Cómo puede esta generación ahorrar para hacer frente a los retos que tiene y que tendrá en un futuro? La tecnología, el instrumento más importante del que echan mano los jóvenes, es de gran ayuda.
Poner en orden
Hoy, hay aplicaciones para todo, incluso para ahorrar y hacer planes financieros. Por ejemplo, Mint. Es una aplicación que te permite llevar un presupuesto, alcanzar metas financieras y llevar un récord de tus créditos.
Te deja ver los balances de cómo gastas y te ofrece una “fotografía completa” de tu vida financiera. La puedes descargar de forma gratuita pero también tiene las versiones Premium.
No es la única, sino que hay muchísimas aplicaciones que te pueden ayudar a tener un récord de lo que gastas.
¿Por qué es importante esto? Porque el presupuesto es el rey de las finanzas personales. Llevar un registro diario de lo que gastas te hará darte cuenta de los boquetes que tiene tu cartera y a dónde se va la mayor parte de tu dinero. Y te va a permitir darle lugar al ahorro.
“Si quieres llegar a tener tu futuro asegurado, es necesario ahorrar alrededor de 12% de tu sueldo y ponerlo a generar intereses”, explica Leopoldo Somohano, director corporativo de planeación estratégica de PFG. Justamente en los intereses está la diferencia de tener el dinero debajo del colchón o en una cuenta de banco. ¿Qué genera intereses? Distintos instrumentos, tales como fondos de inversión, Afores, la bolsa de valores, instrumentos como Certificados del Tesoro (Cetes).
El estar mes con mes separando dinero suele ser un obstáculo que se interpone entre los jóvenes y el ahorro. Pero tanto la tecnología como herramientas como la domiciliación hoy hacen el camino más fácil.
Por ejemplo, existe Piggo, una aplicación desarrollado por GBM, la cual te permite ahorrar por metas y automatizar el ahorro. Automatizarlo te permitirá olvidarte de tener que hacer la transacción tú y que seguramente evitará que te lo gastes.
¿En qué invierte Piggo? En dos fondos de inversión, uno de renta fija y otro de renta variable. El primero tiene rendimientos históricos de 5.25% y el segundo de 13.7%. Lo puedes empezar desde mil pesos y puedes retirar cuando quieras. El rendimiento que obtienes por tener tu dinero ahí —explica su sitio— depende del tiempo que definas para tu meta, el monto que ahorres y el estilo de inversión que tengas. Cuando defines la meta, se te sugiere el tiempo y el rendimiento esperado.
Otra opción que puede ayudarte a ahorrar es Cetesdirecto.com, en donde puedes comprar bonos de gobierno ya sea a través de la app o del sitio. Lo que harás es estar comprando bonos al gobierno federal con los cuales estarás financiándolo, y a cambio te pagará una tasa de cerca de 4%. También tiene la opción de domiciliar la cantidad que quieras durante el periodo que mejor te acomode.
También puedes ahorrar para tu retiro desde tu celular. Existe una aplicación llamada Transfer la cual te permite hacer depósitos a tu cuenta de Afore.
Descárgala en la tienda de apps —hay versión disponible para Android o para iPhone—, ingresa tu número de celular, recibirás un código en un SMS para ligar tu número con la aplicación, crea tu NIP, recibirás otra clave que tendrás que ingresar. A partir de ese momento ya podrás hacer aportaciones a tu Afore.