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A más de un mes de haberse realizado la primera subasta de bienes recuperados de Ficrea, varios proveedores perdieron prácticamente todos sus bienes y servicios vendidos a la empresa que actualmente atraviesa un proceso de quiebra.

“Ya llevaba años trabajando con Ficrea. En las oficinas de Guadalajara, Monterrey, Ciudad Juárez, entre otras ciudades. Nunca tuve problemas con la empresa. Siempre me pagaban puntuales”, dijo Fernando Manríquez, director de la empresa Aymcomm, proveedora de servicios de tecnología de la información a Ficrea.

Por más de cinco años, Manríquez vendió equipo de red, cableado, computadoras, impresoras, cámaras de videovigilancia, así como licenciamiento de Microsoft a Ficrea, y al momento de darse a conocer el fraude la firma le quedó a deber 12 millones de pesos.

“El crédito final que les dimos por las últimas licencias eran más de 4 millones de pesos. Eran a 6 meses, y Microsoft ya lo tenía catalogado como mi cliente fuerte. Estas licencias fueron un golpe fuerte para nosotros. Trabajábamos 90% para Ficrea”, explicó el empresario.

Según Manríquez, a días de publicarse la lista definitiva de los acreedores que recibirán un pago ante el concurso mercantil de Ficrea, le comprobó al juez encargado de este proceso facturas que lo acreditaban como proveedor; sin embargo, en la lista final no fue reconocido como tal, y por ende no ha recibido pago alguno por sus servicios.

De hecho, en el listado definitivo se argumenta que Manríquez no se acreditó como proveedor de Ficrea después de revisar toda la contabilidad de la empresa. “En los registros de la comerciante, no se encontró ningún documento que justifique la existencia de una relación civil o mercantil con el presunto acreedor, quien dice ser proveedor de la empresa, por lo que se propone no reconocer el crédito”, destaca en los argumentos para no reconocer a Manríquez en la lista definitiva de afectados que recibirían un posible pago de la venta de bienes de Ficrea.

Ante esto, el pasado 14 de junio todo su equipo que proporcionó a Ficrea fue subastado por la empresa Carasa, con lo que el empresario mantiene una deuda con las firmas a quienes les adquirió los dispositivos y servicios de tecnología.

“Le trabajo a Carso pero le vendo muy poco. También a Bachoco. Sí tengo clientes, pero estábamos enfocados a Ficrea”, dijo.

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