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El compromiso con la austeridad ha quedado solamente como promesa en la presente administración, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
De acuerdo con el resultado de la cuenta pública del año pasado y la tendencia que se observa en este año, la institución aseguró que no se tiene seguridad que se esté cumpliendo con los recortes al gasto público.
“Se han hecho bastantes promesas al respecto, pero no queda claro que lo estén aplicando como deberían”, afirmó el investigador Diego Díaz.
El instituto, en un análisis en conjunto con el Colectivo por un Presupuesto Sostenible, detectó que no se cumplió el ajuste al gasto público de enero de 2105, por 124 mil millones de pesos.
“Tenemos evidencia a partir de este estudio que lo que prometió el gobierno con este recorte realmente no pasó; se prometió que se iban a reducir en 52 mil millones de pesos, y se terminó ejerciendo casi 13% más de lo presupuestado originalmente, es decir, no se cumplió para nada el recorte”, señaló el investigador del Imco.
Por eso, dijo que “eso nos hace pensar que los recortes planteados este año tanto en febrero como en junio tampoco se van aplicar como se debería” porque quedó la duda a partir del primer ejercicio del año pasado.
Sin embargo, destacó que para comprobarlo se tienen que esperar hasta que se presente y apruebe la Cuenta Pública correspondiente a 2016, lo que va a suceder en febrero de 2017, para ver si realmente estos recortes que se prometieron de 132 mil millones de pesos a principios de año, y de 31 mil millones en junio, van a realmente aplicar.
Atada de manos. El investigador del Imco afirmó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se ató de manos con el Acuerdo de Certidumbre Tributaria, porque por un lado se comprometió a no subir impuestos, y por el otro, a mantener una trayectoria descendente del déficit fiscal, es decir, a no endeudarse más.
Díaz consideró que de los tres instrumentos de política fiscal de los que disponen los gobiernos (impuestos, gasto y deuda), quedaron descartados dos, por lo que sólo queda como alternativa ajustar el gasto.
“Creemos que necesariamente es correcto y apropiado ser más eficientes a la hora de gastar y que fue precisamente lo que anunciaron con el Presupuesto Base Cero, aunque no hemos visto realmente que tenga mayor impacto”, manifestó Diego Díaz.
Lo anterior cobra relevancia en un contexto en que se tiene una caída de precios del petróleo, sin embargo, el investigador insistió en que no se nota el “ajuste al cinturón”.
