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La organización civil El Poder del Consumidor y el organismo empresarial ConMéxico chocaron en sus posturas sobre la efectividad del etiquetado frontal en alimentos y bebidas, y por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a productos con alto contenido calórico.
“Sería mejor no tener el etiquetado frontal, en verdad, eso lo han dicho expertos que trabajan en institutos de salud. Cofrepris tanto en esto como en la regulación de la publicidad lo hizo de acuerdo con la industria”, comentó Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
El tema salió a relucir porque este día todos los productos alimenticios en el mercado, con algunas excepciones, deben contar con un etiquetado nutrimental frontal, de acuerdo con los lineamientos publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 14 de abril de 2014.
“Este etiquetado nunca fue diseñado por ninguno de los institutos de salud y ninguna de las 330 escuelas de nutrición en el país, fueron dos abogados y una maestra en ciencias ambientales, según informó Cofepris por un escrito”, añadió Calvillo.
La propuesta de El Poder del Consumidor es tener un semáforo nutrimental en cada envase o alimento donde se indique si es alto, medio o baja en azúcares, grasas y sodio.
En conferencia de prensa, Alejandro Calvillo anunció el lanzamiento de una aplicación para teléfonos inteligentes (smartphones) llamada Semáforo Nutrimental, disponible en App Store y Google Play, donde se busca concientizar a la población de la carga calórica o los elementos que contienen los alimentos o bebidas.
El directivo de la asociación civil reiteró que buscan un incremento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de 20% o 2 pesos por litro para las bebidas azucaradas, a través del contacto con legisladores y pláticas con autoridades.
Para EL Poder del Consumidor, las multinacionales refresqueras como The Coca-Cola Company y PepsiCo buscan evitar la implementación de un etiquetado que muestre a los consumidores en México la cantidad de azúcares o sodio en sus bebidas, además, consideró que el actual etiquetado frontal no sirve para nada.
Coca-Cola, a favor. En su postura compartida con EL UNIVERSAL, Coca-Cola dijo estar a favor del etiquetado frontal y rechazó tener algo que ocultar, porque a partir del 1 de julio de 2015 la firma comenzó un proceso de adaptación de las etiquetas de sus productos a la nueva normativa promovida por la autoridad sanitaria.
“La Industria Mexicana de Coca-Cola reitera su compromiso de transparencia y así todos los productos de su portafolio han hecho los ajustes necesarios para cumplir los lineamientos establecidos en el plazo que determinó la autoridad y que vence este 1 de julio de 2016”, comunicó.
“Aunque los productos que integran nuestro portafolio muestran información sobre contenido calórico y nutrimental sustentada científicamente (calorías, azúcares, grasas y sodio), cumpliremos la nueva regulación que establece que se debe incluir en el frente de la etiqueta la información por envase”, agregó.
El corporativo expresó su reconocimiento al gobierno federal por las reformas impulsadas por la Secretaría de Salud y destacó que Coca-Cola fue pionera en 2010 en la industria de bebidas por establecer de manera voluntaria un etiquetado para saber los porcentajes de la ingesta calórica diaria recomendada que aporta cada una de sus bebidas.
Rechazo de ConMéxico. Lorena Cerdán, directora general del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), pidió a El Poder del Consumidor presentar evidencias sin caer en descalificaciones y consideró necesario esperar un tiempo razonable a partir de este 30 de junio para realizar conclusiones sobre la efectividad del etiquetado frontal.
Acerca de la posibilidad de aumentar el IEPS, la representante de la agrupación empresarial consideró necesario realizar un análisis concienzudo, con sustento técnico y científico, para determinar cualquier tipo de política pública, porque en su opinión no es correcto sugerir una modificación de este nivel sin una evaluación completa del tema.
“El impuesto [IEPS] no ha servido para modificar hábitos y preferencia, me parece muy aventurado el cambio de política pública si no se analiza”, mencionó la directora general de ConMéxico a EL UNIVERSAL.