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De ganar la presidencia de Estados Unidos (EU) e intentar aplicar un arancel a las importaciones de autos provenientes de México, Donald Trump va a tener poco respaldo político y puede enfrentar sanciones económicas, porque puede violar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Durante su campaña, Trump ha criticado las inversiones de las armadoras en México y ha amenazado con imponer un arancel de 35% a las importaciones de bienes provenientes del país, incluyendo los autos.
El 5 de abril, cuando Ford anunció una inversión de mil 600 millones de dólares para instalar una planta en San Luis Potosí, Trump la calificó como “una desgracia absoluta”.
El director general de IQOM Inteligencia Comercial, Sergio Gómez, explicó que aplicar un impuesto de 35% a la importación de autos provenientes de México implica una violación al TLCAN, por lo que México puede recurrir a un mecanismo de solución de controversias establecido en el tratado donde se puede establecer un panel arbitral, el cual puede obligar a EU a revertir esa disposición.
“El discurso de Trump muestra un amplio desconocimiento de las obligaciones comerciales internacionales de EU y de las consecuencias económicas de incumplirlo”, dijo Gómez.
Además, México también puede imponer impuestos a la importación de bienes provenientes de Estados Unidos como represalia comercial.
IQOM estimó que tomando en cuenta que en 2015, México exportó 75 mil millones de dólares en autos a EU, aplicarle un arancel a las importaciones, puede implicar un daño al país de 33 mil millones. Por lo tanto, México puede aplicar aranceles a EU por un valor similar.
Además, EU ni siquiera puede aplicar un arancel de 35% a las importaciones de vehículos, pues como miembro de la OMC aceptó consolidar sus aranceles a niveles máximos y para autos, la consolidación fue de 3.3%.
Consenso político. Si Trump quisiera renegociar el TLCAN o eliminarlo tiene que “denunciar” el acuerdo con seis meses de anticipación, pero además debe lograr el consenso político en su país, pues un proceso de este tipo tiene que ser aprobado por el Congreso de EU.
El director del Instituto México del Wilson Center en Estados Unidos, Duncan Wood, dijo que en este momento, en EU, no hay voluntad política para discutir temas relacionados con comercio exterior.
Romper el TLCAN afectaría el modelo de la industria automotriz en la región, el cual se basa en la idea de fabricar diferentes partes de un auto en cualquiera de las tres naciones y después ensamblarlo en un país en particular. Y si Trump obligara a las armadoras a fabricar autos en EU, tendrían que crecer el uso de robots y sistemas automatizados para no incrementar sus costos laborales.