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maria.saldana@eluniversal.com.mx
La economía mexicana muestra “indicios de desequilibrios preocupantes” que pueden terminar con la estabilidad macroeconómica ganada en los últimos 15 años, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
La única forma de frenar un deterioro de la economía es vía el gasto público, es decir, bajando egresos del gobierno tanto en 2016 como en 2017 y evitar un alza de la deuda pública.
“La mejor solución para que la economía en su conjunto mantenga su estabilidad y contribuya a enfrentar otros desequilibrios, es la disminución del gasto público”, dijo en su estudio semanal.
Porque aunque hay maneras de corregirlas vía el tipo de cambio o con tasas de interés, en realidad estos dos caminos tienen efectos secundarios, por lo que no son los idóneos.
En su Análisis Económico Ejecutivo, el CEESP aseguró que “para evitar que la deuda siga creciendo como porcentaje del PIB, es indispensable que el sector público logre un superávit primario equivalente a 1.5% del PIB y no sólo de 0.2% como se prevé para 2017. De ahí la necesidad de una reducción adicional del gasto público en casi 300 mil millones de pesos”.
Hay factores que muestran que “más allá del dinamismo interno que se ha resaltado, hay indicios de desequilibrios preocupantes en temas que pueden poner en riesgo la estabilidad macroeconómica”.
La depreciación del peso frente al dólar empieza a impactar en diversos precios, especialmente en manufactureras.
Aunque la inflación lleva 13 meses con aumentos anuales inferiores a la meta del Banco de México, los precios de los productos que son volátiles que se incluyen en el indicador subyacente reflejan una tendencia al alza que los llevó por tres meses consecutivos a superar el incremento esperado.
Ante este panorama la solución es que “en este y el próximo año se haga un esfuerzo, para que no crezca ni la deuda ni aumente su costo financiero, que tienen un efecto negativo tanto en las finanzas públicas como en la balanza de pagos”. .
