Más Información
cartera@eluniversal.com.mx
Caída en precios de materias primas y una complicada situación financiera van a provocar presiones en empresas del sector telecomunicaciones y minero, informó la agencia Moody's.
En un estudio, destacó que en particular Pemex y Telmex van a enfrentar mayores presiones ante liquidez limitada para asumir vencimientos de duda y complicaciones para generar flujos, así como falta de facilidades de crédito comprometido.
Una situación similar tiene la minera Frisco y empresas como SixSigma y Grupo Maseca. Según Moody’s, es común que las compañías mexicanas no tengan políticas explícitas para analizar y tomar decisiones con respecto a su riesgo de liquidez.
“Existen muchos corporativos que no cuentan con líneas de crédito comprometidas y dependen de los bancos o del acceso al mercado para refinanciar su deuda”, explicó.
La firma destaca que Telmex contaba con casi 64 millones en efectivo en diciembre de 2015, con 378 millones en deuda con vencimiento en 2016 y 67 millones en 2018.
“Esperamos que Telmex generará suficiente dinero en efectivo para cubrir su gasto previsto capital a largo plazo, trabajando los pagos de capital e intereses, y que continuará para refinanciar los vencimientos de deuda de Telmex en el nivel primario, según proceda”, dijo Moody’s.
Recordó que a mediados de abril de este año Pemex recibió por parte del gobierno 73 mil 500 millones de pesos para enfrentar la crisis financiera que enfrenta la empresa ante la fuerte caída en los precios del petróleo.
Señala también a otras firmas que enfrentan problemas ante la mala gestión de liquidez, sobre todo las constructoras ICA y Abengoa México.
“Este hallazgo indica que la mayoría debe ser capaz de cubrir la deuda a corto plazo, vencimientos actuales de deuda a largo plazo, los gastos operativos y los gastos de capital ordinario hasta 2017 con el efectivo en caja y facilidades bancarias comprometidas disponibles", explicó.
El análisis de la firma también señala una serie de desafíos económicos que pueden presionar las posiciones de liquidez de los corporativos mexicanos hasta finales de 2017 porque existen oportunidades de inversión limitadas dado el entorno incierto, volatilidad en el tipo de cambio, precios de las materias primas y continúa fragilidad de los mercados globales, entre otros factores relevantes.
