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En México, recuperar el saldo a favor del IVA es uno de los obstáculos a los que se va a enfrentar una empresa que tenga planes de iniciar operaciones. Aunque la ley dice que son 40 días, en la práctica la espera no es así.

Las devoluciones del IVA se están convirtiendo en una auditoría para las empresas que se atreven a solicitarla. “No se les niega, pero es un proceso complicado”, dice el abogado fiscalista de la firma Jones Day, Rodrigo Gómez, quien opina que se necesita revisar el proceso para evitar desincentivar la llegada de nuevas empresas.

Por culpa de proveedores “tóxicos” que no enteraron el IVA están pagando los platos rotos las empresas, comenta. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) está deteniendo las devoluciones porque al revisar se dio cuenta que el proveedor de la empresa no enteró el IVA, explica.

Pero en lugar de que el SAT haga su tarea fiscalizadora, la situación obliga a las empresas a incluir en los contratos de prestadores de servicios una cláusula en donde los proveedores deben comprometerse a pagar el IVA.

El socio de la práctica fiscal de Jones Day señala que ese es un tema recurrente con sus clientes, porque el SAT tiene una posición más agresiva desde hace algunos años con el tema de las devoluciones.

Explica que si bien no las niegan, piden requisitos para que procedan como poner las facturas en un formato (Excel), que en ocasiones es complicado para empresas con más de mil operaciones a la semana y si no es así se le da por no presentada.

Iniciar un litigio por esa razón, afirma, no es recomendable, porque el proceso es largo y costoso. “Desde el punto de vista legal, puede pelear, pero desde el punto de vista práctico nadie quiere meterse cuatro años porque les urge el dinero”, comenta.

Proveedor tóxico. Rodrigo Gómez dice que el diseño del IVA se hizo para repercutir el costo al consumidor final, y si no se tiene con qué compensarlo la devolución va a tardar años.

“Eso es a lo que se están enfrentando todas las trasnacionales que quieren venir a hacer negocios a México; la primera pregunta que se hacen es cómo funcionan los impuestos y les tenemos que advertir que si generan saldo a favor por el IVA van a tardar años en recuperarlo”, expone.

El especialista pone de manifiesto que para una empresa el IVA no debe ser un impuesto definitivo porque es un gravamen que se anticipa cuando se hace una compra al proveedor y se recupera cuando se cobra al cliente.

Hace ver que hay mecanismo en la ley que generan doble IVA que por más que se dé “esa cadenita” siempre habrá un saldo a favor y las empresas “no deben contar con ese dinero”.

Así, la postura del SAT es que “si yo no cobre, no te lo devuelvo”, lo que ha detenido el proceso de los saldos a favor, señala al ponderar que eso no está en la ley, es una práctica del fisco.

“Si de 100 pesos de devolución hay un peso de alguno que no lo pagó, no te devuelvo 99 pesos, pero la culpa no es del que solicita esa devolución sino del SAT que no está detrás del que no lo enteró porque es delito”, explica.

Rodrigo Gómez considera que el procedimiento de la devolución debe ser revisado y establecer en las reglas los documentos que se pedirán.

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