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ruben.migueles@eluniversal.com.mx
La probabilidad de que un capitalino enfrente un embotellamiento es de 93% por la mañana y de 89% por las tardes, lo que coloca a la Ciudad de México como la segunda localidad con peor tráfico en el mundo después de Estambul, en Turquía, de acuerdo con el índice Tom Tom, elaborado por la firma de dispositivos de geolocalización satelital.
En medio de la aplicación del programa “Hoy no circula” reforzado como consecuencia de la contaminación, la opción del trabajo en casa, término conocido como home office, ayudaría no sólo a evitar el tráfico y evitar los problemas para trasladarse al trabajo, sino también contribuiría a elevar la productividad de los empleados y reducir costos para las empresas, destacan especialistas.
De acuerdo con un estudio elaborado por la Universidad de Stanford, las personas que trabajan desde su casa son más productivas entre 10% y 15% debido a que toman menos descansos, se concentran más en sus labores, se enferman menos e incluso tienen un índice de satisfacción y de felicidad mucho más elevado, comentó Jesús Álvarez Barrios, presidente del comité de comunicación de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH).
Con este modelo de trabajo, las empresas podrían estar preparadas para sortear los problemas que implican el endurecimiento de programas como el “Hoy no circula”, sino también cualquier otro imprevisto que orille a los trabajadores a no acudir físicamente a la oficina, como en los casos de la epidemia de influenza a principios de año o el cierre de vialidades por la visita del Papa, entre otros, recomendó Jared Cortés, gerente de trade marketing de Manpower.
Las personas que trabajan tanto en casa como a distancia por lo menos una vez a la semana tienen una mayor satisfacción en materia de su equilibrio de vida y trabajo, así como un menor nivel de estrés.
Ello se refleja también en un impacto favorable para su salud, coincidieron los expertos consultados.
La ventaja para las empresas es que no tienen que enfrentar el costo de la infraestructura física, además de que no necesitan instalaciones para las personas que trabajan desde su casa, lo que también reduce algunos de los gastos de administración.
Técnicamente, lo que necesita un trabajador para poder aplicar la estrategia del home office es una computadora, una conexión a internet o un dispositivo móvil para que pueda hacer su trabajo a distancia, como si estuviera en una oficina tradicional, explicó Jesús Álvarez, de AMECH.
De acuerdo con una encuesta realizada en México por Manpower entre las empresas cuyo perfil se presta para aplicar el home office, 87% señaló que estaría dispuesto a implementar esta forma de trabajo y fue bastante positivo respecto a los resultados.
Y es que de acuerdo con los resultados de ese ejercicio, 57% consideró que la productividad mejoraría, mientras que 23% estimó que disminuiría y 20% cree que no hay diferencia entre ambas modalidades.
El 78% de las firmas encuestadas menciona que esta práctica ayudaría no solamente a ser más productivos, sino que contribuiría también con la disminución de costos tanto para la empresa como para los trabajadores, quienes por su parte no gastarían en gasolina o transporte, y también podrían conseguir ahorros respecto a los gastos que realizan para su alimentación, afirmó Cortés.
Sin embargo, también hay en México una proporción considerable de empresas que no está plenamente convencida de este sistema de trabajo a distancia, porque a la pregunta de que si sabían cómo medir la productividad al aplicar el home office, 51% dijo que sí y el resto respondió negativamente.
Lo anterior se debe a una resistencia cultural y generacional, pues los jefes e incluso los empleados no están dispuestos a modificar su forma de trabajo, agregó el especialista.
Además, no todas las empresas se prestan a este tipo de trabajo desde el hogar. Cambiar una cultura laboral no se consigue de la noche a la mañana, pues es algo que se debe aplicar con tiempo, para aterrizar dónde es factible y dónde no, dijo Cortés.