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El incremento del déficit público, el impacto de las ineficiencias de Pemex en las cadenas de valor, el crecimiento de las deudas estatales y los retrasos en pagos a proveedores de los tres niveles de gobierno, son algunas de las “vulnerabilidades” del país, advirtió el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Durante su mensaje semanal La Voz del CCE, el presidente del organismo, Juan Pablo Castañón, reconoció que esos aspectos son las principales preocupaciones económicas en México en 2016 que se perfila “complicado” ante la turbulencia financiera internacional.

“Es probable que la inestabilidad en los mercados financieros y la debilidad económica en el mundo van para largo, probablemente podemos decir que no es una cuestión de semanas”, dijo el empresario.

Aunque México enfrenta la actual complejidad de los mercados con equilibrios “relativamente sanos” en comparación con otros países emergentes, hay que fortalecer las variables económicas porque “la estabilidad del país presenta focos amarillos: vulnerabilidades que deben atenderse oportunamente”, añadió.

Además de disminuirse el déficit del sector público, terminar con las ineficiencias de Pemex para tener una mejor cadena de valor, controlar las deudas estatales, atender retrasos de pagos gubernamentales a las empresas, el representante de los empresarios dijo que hay que aumentar la inversión pública y consolidar el crecimiento del mercado interno.

Castañón dijo que el déficit público está en el nivel más alto en casi 30 años, lo que requiere de un esfuerzo de los tres niveles de gobierno y de las empresas productivas del Estado para reducir su gasto corriente, ser más eficientes y ahorrar recursos.

Comentó que el déficit primario se ubica en 3.5% del PIB. “Recordemos que la solidez en esta variable clave se cayó en 2008, tras cerca de 20 años de saldo superávit. Esto significa que tenemos que recurrir a deuda para pagar los intereses de la deuda que se tenía contratada.

Detalló que los pasivos del sector público pasa de 45% del PIB, que si bien está lejos de los niveles de países con problemas más grandes, esta es la tasa de endeudamiento más alta desde los años 80.

Juan Pablo Castañón coincidió con la Junta de Gobierno del Banco de México, que la semana pasada advirtió que el gobierno federal y Pemex deben ajustar sus finanzas en el actual entorno económico.

El líder empresarial dijo que los esfuerzos de eficiencia en el gasto de Pemex son fundamentales, pues vive una delicada situación financiera, consecuencia de las ineficiencias en sus prácticas administrativas, operativas y laborales, que son inadecuadas para estos tiempos.

Manifestó que la empresa productiva del Estado requiere una reingeniería para redimensionar su gasto y sus estructuras.

Preocupa deuda estatal. Sobre la deuda de los estados, el empresario comentó que ya supera los 515 mil millones de pesos y aunque por el momento no es un peligro sistémico, puede “agravarse y acortar la solvencia y capacidad de crecimiento” de las entidades.

Algunos gobiernos estatales tienen otro frente abierto, los retrasos en pagos a proveedores por parte de los estados, con una deuda que ronda los 120 mil millones de pesos.

“Por eso seguiremos insistiendo en que es necesario reforzar todos los instrumentos institucionales, incluyendo cambios en las leyes, para que haya mayor eficiencia, transparencia y rendición de cuentas en el gasto público estatal y municipal”, agregó.

Para Castañón, otros focos amarillos son la baja inversión pública, pues a pesar de que sube el endeudamiento, esos recursos se van para el gasto corriente.

Finalmente, el empresario llamó a consolidar el mercado interno porque su desempeño, si bien es alentador, es insuficiente.

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