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Las acciones chinas se hundieron el jueves más de un 6 por ciento y sufrieron su mayor pérdida diaria en un mes, ya que los inversores tomaron ganancias tras un rebote reciente del mercado y se mantenían a la espera de señales sobre las políticas económicas de los líderes del G-20 que se reunirán en Shanghái.
Operadores y analistas citaron una serie de factores tras el declive, además de la toma de ganancias. Entre éstos se incluyen los temores de una menor liquidez en el sistema financiero, la preocupación por la desaceleración de la economía china y la ansiedad por la inminente liberalización de las ofertas públicas iniciales de valores (OPI).
El índice referencial de la bolsa de Shanghái bajó un 6.4 por ciento a 2.741,25 puntos, su mayor descenso intradía desde el 26 de enero. En tanto, el índice de acciones favoritas se derrumbó un 6,1 por ciento a 2.918,75 puntos.
La percepción negativa se trasladó a Hong Kong, donde el índice referencial Hang Seng retrocedió un 1.6 por ciento y el índice Hong Kong China Enterprises bajó un 2,4 por ciento.
"La confianza del mercado todavía es frágil y los prospectos económicos siguen siendo sombríos, de modo que los inversores podrían estar tomando ganancias antes que en años anteriores", dijo Wu Kan, jefe de operaciones bursátiles en la firma de inversión Shanshan Finance, con sede en Shanghái.
Los mercados bursátiles de China han perdido casi la mitad de su valor desde inicios de junio del año pasado y han tenido dificultades para recuperarse, pese a un esfuerzo sin precedentes del Gobierno y los reguladores para rescatar al sector.
El derrumbe, junto con la sorpresiva devaluación del yuan en agosto, remeció a los mercados financieros de todo el mundo y exacerbó los temores de un aterrizaje forzoso de la segunda mayor economía del mundo.
lsm