El Banco Central Europeo (BCE) despidió el año con varias medidas que tienen como objetivo impulsar la inflación, que desde hace meses está en niveles mínimos, muy alejada del mandato de mantener el nivel de precios por abajo pero cercano al 2.0 por ciento.
El Consejo de Gobierno del BCE aprobó este jueves un recorte en la tasa de depósito de diez puntos básicos, pasando del anterior -0.2 por ciento al -0.3 por ciento.
Esta decisión, que penalizará a los bancos, tiene como fin principal forzar a las entidades financieras a que presten dinero a empresas y familias, lograr que haya más liquidez circulando en la economía real y propiciar, por lo tanto, la tan ansiada subida de precios en la eurozona.
Además, el presidente del BCE, Mario Draghi, confirmó la extensión del programa de compra de deuda conocido como QE.
Este, durará como mínimo, hasta marzo de 2017, aunque matizó que podría ampliarse más tiempo en el caso de que en ese momento el nivel de la inflación siga siendo bajo.
Asimismo, mantendrá la barra libre de liquidez a tres meses y reinvertirá el dinero de los bonos que hayan vencido.
El paquete de medidas aprobadas este jueves en Frankfurt se completó con la ampliación de la lista de activos elegibles del programa QE, que a partir de ahora incluirá también bonos emitidos por organismos públicos como ayuntamientos o regiones.
“Las decisiones no se tomaron por unanimidad, pero sí se registró una amplia mayoría”, declaró Draghi durante la tradicional rueda de prensa posterior al Consejo.
Cuestionado por la frialdad con la que los mercados habían reaccionado a los anuncios del Banco Central Europeo, el banquero señaló que “se necesita tiempo para apreciar las medidas que se han tomado”.
El presidente del BCE negó que los nuevos anuncios se deban a la ineficacia de las medidas tomadas con anterioridad. “El QE se está traduciendo en una mejora de las condiciones económicas de la eurozona", recalcó.
En este sentido, insistió en que el programa funciona pero explicó que “hubo que aplicar cambios” ante las nuevas circunstancias ocurridas en verano.
En su reunión de este día, Frankfurt mantuvo inalterable el tipo de interés rector, que continuará en su mínimo histórico del 0.05 por ciento y la facilidad marginal de crédito, que no se moverá por el momento del 0.3 por ciento.
cfe