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cartera@eluniversal.com.mx
Tres de cada 10 mexicanos no confían en el sistema financiero mexicano, al considerar que éste se preocupa más por aumentar sus clientes y no en brindar buen servicio, informó el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (UVM).
En la presentación del estudio sobre el sistema financiero del país, realizado en conjunto con la Unión de Instituciones Financieras Mexicanas, la UVM aseguró que 58% de los mexicanos ahorra en bancos y el resto lo hace en alcancías, tandas e incluso en un escondite en su casa.
Según el documento, la población mexicana ubica a los bancos porque les pagan su salario a través de una tarjeta de débito. Ante esto, Banamex, Bancomer, HSBC y Banorte son las instituciones más reconocidos en el país.
En términos generales, los mexicanos ubican en el quinto lugar de instituciones confiables a los bancos, por debajo de las universidades, el Ejército, las iglesias y grandes empresas.
Con esto, 55% de los mexicanos cuenta con una tarjeta de débito. En tanto, a la pregunta de qué piensan cuando se le habla de servicios financieros, 39% ubica a los bancos, 17% dinero, 12% servicios, 8% crédito y 5% lo relaciona con fraude y robo.
Entre los resultados que más llaman la atención está el hecho de que apenas 38% de la población ahorra. En ese sentido, 61% de los mexicanos definen el largo plazo como un periodo de uno a cinco años, con lo cual no se tiene una planeación a futuro o estrategia para el retiro.
De acuerdo con el estudio, en términos generales, las principales debilidades del sistema financiero son la sobre regulación, la cual genera altos costos para los participantes del sistema; así como dificultades para el acceso a nuevos competidores, además de una falta de cobertura entre los sectores socioeconómicos más bajos. Como fortalezas se destaca la estructura sólida y los altos niveles de capitalización, solvencia, liquidez y un adecuado control del riesgo.
El estudio se realizó a partir de 877 encuestas en casa habitación con mexicanos de entre 18 y 65 años de edad, así como 15 entrevistas a profundidad entre expertos del sector financiero.