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La apertura del sector energético y el desarrollo de instrumentos de inversión como la Fibra E, traerán a México de 2 mil a 3 mil millones de dólares al año a partir de 2016, estimó UBS México.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el director para México de la firma, Damian Fraser, dijo que existe un alto interés internacional por invertir en el sector energético, con lo que en los próximos tres años podrían entrar al país al menos 10 mil millones de dólares por el desarrollo de las nuevas fibras e incluso esta cifra podría subir.
“Si tienes que invertir en un sector, México es una de las mejores oportunidades comparado con otros lugares. La gente ve por el futuro, no por el pasado, y la perspectiva es que México estará mejor. Se tiene un gobierno comprometido con un marco macroeconómico estable, tasas de interés bajas, con reformas que abren sectores estratégicos y la cercanía con Estados Unidos que tiene un buen comportamiento”, destacó.
La firma, especializada servicios de gestión patrimonial, banca de inversión y gestión de activos, aseguró que 2016 mostrará los primeros beneficios de la reforma energética, como resultado de las licitaciones de las dos fases de la Ronda Uno. Así, tanto Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad tendrían mayores opciones para capitalizarse.
“Al principio del año vamos a ver los primeros resultados de las fibras en infraestructura y energía, que pueden liberar capital para nuevos proyectos de CFE y Pemex. Otras compañías en estos sectores también pueden vender sus activos maduros que les generan flujos previsibles y con este capital tienen posibilidades de invertir en nuevos proyectos con mejores rendimientos. La reforma energética está tomando su momento y va a estar funcionando bien”, explicó.
UBS tiene experiencia en el manejo de inversiones en infraestructura, energía y bienes raíces principalmente en el mercado de Estados Unidos, lo cual puede aplicarse en el crecimiento que se espera para México en los próximos años.
A la par, destacó el atractivo que representa la recuperación del consumo en México, con lo que firmas extranjeras buscan posicionarse en 2016 en este segmento con expectativas elevadas en el mediano plazo.
“Si sumas todo esto, México debe tener un futuro positivo. No vamos a crecer a 4% o 5% como nos hubiera gustado, porque el contexto global no lo permite y la situación fiscal por la caída del precio del petróleo es un factor que complica la situación para el sector público, pero se pueden llegar a un crecimiento de 3% a 3.5% en 2017”, comentó. Dijo que la solidez del sistema bancario mexicano, los primeros avances de la reforma financiera, así como el crecimiento del crédito configuran un panorama estable para mayores inversiones.