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México carece de información adecuada y sistemática sobre el uso del agua subterránea, debido a que no existen suficientes expertos para analizar este recurso hídrico y no hay un sistema de monitoreo nacional o estatal para identificar cómo se utiliza el agua.

Joel Carrillo, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, comentó que 70% del agua que se consume en el país es subterránea; sin embargo, en la propuesta de modificación a la nueva Ley de Aguas Nacionales se menciona muy poco el manejo de este recurso.

“No aparecía el agua subterránea en el planteamiento de la ley, sólo encontrabas las palabras agua subterránea en la introducción, siendo que más de 70% del agua que se usa en el país es subterránea, por la industria, agricultura y habitantes”, explicó Carrillo.

Agregó que a escala internacional se saca menos de 1% del agua subterránea que existe, pero el problema no es la cantidad existente, sino su extracción.

“El problema son los efectos que provoca: que se sequen los árboles, que ya no escurran los ríos, que se sequen los lagos y que entre agua de diferente salinidad a los pozos, o que se hunda el suelo porque no se entiende cómo funciona el agua subterránea”, comentó Carrillo.

El experto detalló que lo importante es conocer cómo funciona el flujo del agua subterránea para recuperar todo el líquido que se extrae, ya que no necesariamente toda el agua de lluvia regresa al subsuelo, ni todos los ríos se comportan de la misma manera.

Problema mundial. El estudio del agua es un tema internacional, pues incluso en países como Canadá y Holanda aún no se comprende del todo cómo está constituido el sistema de agua subterránea en ambos países.

El investigador de Estudios Geológicos de Canadá, Alfonso Rivera, comentó que ni Estados Unidos, ni Canadá, ni los países europeos han descifrado cómo funciona el sistema de agua subterránea porque las condiciones geográficas y climáticas son diferentes en cada nación.

“En Canadá lo que existe es un sistema de monitoreo en cada una de las 10 provincias, el cual se opera por las empresas privadas, especialmente las compañías petroleras, para detectar un derrame de petróleo o de químicos en los mantos acuíferos, pero no hay un análisis más detallado sobre el comportamiento del agua subterránea”, dijo el especialista.

Los expertos que participaron en el Segundo Coloquio Nacional de Aguas Subterráneas sugirieron que en la nueva Ley de Aguas Nacionales se incorpore el tema de investigación y monitoreo del líquido subterráneo.

José Pérez Villarreal, experto del Instituto de Investigaciones sobre Recursos Naturales de la Universidad de Michoacán, propuso un mayor control sobre los pozos de agua, ya que es justo cuando se construye uno cuando se genera toda la información sobre la profundidad y el comportamiento del agua subterránea.

Además, Pérez Villarreal recomendó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) debería otorgar licencias anuales para la operación de los pozos, para estar monitoreando la evolución del flujo subterráneo.

De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, de los 653 mantos acuíferos que existen en el país, 105 están sobreexplotados, por lo que es necesario incrementar el conocimiento de la cantidad de agua subterránea que existe en México y entender su comportamiento.

Comprender el flujo de agua subterránea permitirá planificar el uso del suelo, rehabilitar acuíferos y proteger los humedales.

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