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El fideicomiso de inversión denominado Fibra E animará a entrar a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) a las personas que tienen dinero ahorrado y buscan rendimientos por arriba de la inflación con opciones menos volátiles que las acciones tradicionales, opinó Alfredo Álvarez, socio de la consultora EY, especializado en el sector energético.

Lo anterior, consideró, dado el contexto de tasas de interés bajas y alta turbulencia en los mercados, además de que será un vehículo financiero para desarrollar la infraestructura energética que necesita el país para ser competitivo en el sector energético.

Álvarez enfatizó que el marco regulatorio de la Fibra E ofrece un régimen fiscal que considera a los inversionistas como dueños de una parte del activo con lo cual solo tendrían obligación de cumplir con un gravamen por ingresos, no como parte de una sociedad que paga impuestos al igual que el inversionista como persona física.

Este fideicomiso se diferencia de los esquemas financieros denominados a fibras inmobiliarias pues no se trata de activos sujetos a renta, sino de infraestructura robusta para prestar servicios como transportación de gas o petróleo, almacenaje de los mismos, generación de electricidad, línea de transmisión eléctrica, entre otros.

Por su parte Oscar López Velarde, también socio de EY, dijo que bajo esquemas muy similares al de la Fibra, distintos países han logrado el desarrollo acelerado de sus activos.

Los especialistas de EY recordaron que las empresas desarrolladores de infraestructura energética están acostumbradas a operar en naciones con en conflicto extremo, como el caso de Irak o Nigeria.

En este sentido, destacaron, México ofrece un marco de estabilidad mucho más conveniente, sin dejar de reconocer que el tema de la violencia en algunas partes del país es “una piedrita en el zapato” que hay que atender.

Álvarez dijo que México tiene la responsabilidad de llevar el proceso de la Fibra E de manera ágil y transparente para no perder el momento de interés de múltiples jugadores y, además, para continuar con el posicionamiento de que en México las reglas del juego sí son claras.

“La etapa inicial de las licitaciones derivadas de la Reforma Energética, como la llamada Ronda Uno, a pesar de que muchos la criticaron por el reducido números de participantes, fue un éxito pues para todos los participantes el proceso fue transparente, lo cual nos da como país esa gran oportunidad de ganar prestigio”, puntualizó.

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