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La principal diferencia entre la crisis económica actual y la sufrida entre 2008 y 2009 es que ahora fue propiciada por la desaceleración de países emergentes, con epicentro en China, y la de hace seis años fue global y su núcleo se ubicó en Estados Unidos.
De acuerdo con Bart Pattyn, CEO y presidente para América Latina de la aseguradora de riesgos crediticios Coface, las naciones con economías desarrolladas se están acelerando, mientras que las emergentes están creciendo a un ritmo más lento.
“Ya pasó de moda el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), mientras que debemos ser pacientes para el mexican moment”, expresó.
Pattyn consideró que la desaceleración de economías emergentes, como la de Brasil, responde en parte a la caída de las materias primas, ante una menor demanda de China.
La desaceleración del gigante asiático, así como la estrategia del gobierno de un desarrollo basado en el consumo interno, en detrimento de una economía exportadora, explica su menor demanda de insumos, dijo.
Agregó que los mayores salarios, aunado a costos de transporte, han reducido la competitividad de China, lo que motivó al gobierno de Pekín a devaluar su moneda, generando “una bola de nieve” de consecuencias alternas para todo el mundo.
Paciencia para México. “Sigue vigente el mexican moment, pero hay que tener paciencia. Ni siquiera ha empezado”, expresó Pattyn.
Analistas internacionales tenían altas expectativas sobre el mexican moment, pues esperaban flujos de inversión más altos, que acelerarían el crecimiento económico, comentó.
“La reforma petrolera había que hacerla, pero los resultados no se van a sentir en los bolsillos de los mexicanos en el actual sexenio, por las bajas cotizaciones del crudo”, dijo.
El CEO de la aseguradora de riesgos crediticios de origen francés ve factible que la economía mexicana se expanda 1.7% en este año, cifra menor al 2.1% registrada durante 2014.
Mientras que para lo que resta del sexenio, anticipó tasas de crecimiento en torno al 2% y 3% cada año.
Caída del peso, por China. El economista Pattyn, de nacionalidad belga, consideró que la turbulencia global patrocinada por China es el principal factor que ha propiciado la depreciación del peso mexicano, puesto que ha generado recientemente el retroceso de los petroprecios.
El segundo elemento, expuso, es el desencantó generado en torno al mexican moment, mientras que el tercero es la especulación de alza de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Opinó que este último ha motivado salidas de inversiones de países emergentes, lo que explica parte de la depreciación de sus monedas.
Menor gasto, un riesgo. Pattyn consideró que el principal riesgo para el crecimiento económico de México para este, y los siguientes años, es que continúe el descenso de los precios del petróleo, y como consecuencia, el gobierno tenga que reducir aún más su gasto público.
Lo anterior puede significar detener proyectos de infraestructura así como programas sociales. “El gasto público será el principal lastre para el crecimiento de México, para este y el siguiente año”, concluyó Pattyn.