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El cierre de sucursales bancarias es propiciado, en general, por estrategias de mercado, aunque en algunas regiones del país han contribuido los problemas de inseguridad pública.

De las 553 sucursales que cerraron sus puertas en el primer semestre del año, sólo en cinco municipios la banca retiró 17%, es decir, 92 unidades, según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Los municipios fueron Monterrey, Nuevo León, con 33 establecimientos menos, seguido de Puebla, Puebla, y de Ecatepec, en el Estado de México. El cuarto municipio fue Nezahualcóyotl, Estado de México, mientras el quinto fue Culiacán, Sinaloa.

El Estado de México y Nuevo León fueron los estados del país donde la cantidad de retiros y aperturas de sucursales arrojó los déficits más robustos entre enero y junio de este año.

Según los resultados del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2014, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Distrito Federal y el Estado de México ocupan el primero y segundo lugares nacionales en robos a instituciones bancarias, respectivamente, pues ambos concentran 54% del total en el país.

Para Jorge Sánchez, investigador de la Fundación de Estudios Financieros y del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la inseguridad ha ocasionado el cierre de sucursales bancarias en algunas zonas del país.

“Sí hemos encontrado que han cerrado sucursales por la inseguridad pública, y no sólo los bancos, sino muchas empresas están saliendo de las zonas conflictivas”, añadió.

El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, coincidió en que la inseguridad en algunas entidades pueden estar incentivando el cierre de unidades físicas de la banca, pero consideró que el lento desempeño de la actividad económica también ha contribuido.

Por el contrario, Luis Robles Miaja, presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, descartó que la inseguridad haya impedido la operación de su negocio, ya que en estados como Michoacán mantienen sus sucursales, aun en los municipios más conflictivos.

“Bancomer es el banco que mayor capilaridad tiene en el país. En Michoacán, por ejemplo, es el banco que, por mucho, tiene más sucursales”, aseguró.

El cierre de sucursales ha ocasionado el despido de empleados bancarios. Ejemplo de ello es Monterrey, Nuevo León, donde retiraron más unidades durante el primer semestre de 2015 y, por consiguiente, fue el municipio del país donde despidieron más personal, con un saldo negativo por 708 plazas.

De la Cruz, del IDIC, afirmó que la banca, en su intento por optimizar recursos, ya no está buscando llegar a nuevos lugares.

Subrayó que la banca en línea brinda servicio sólo donde hay acceso a internet, por lo que excluye las áreas marginadas, mientras que los corresponsales ofrecen servicios muy limitados con relación a las sucursales, por lo que acaban agudizando la inequidad de acceso a servicios bancarios.

“Los corresponsales eliminan los incentivos para que los bancos lleguen a ofrecer toda la gama de productos financieros a comunidades marginadas”, afirmó.

El presidente de la Condusef, Mario Di Costanzo, reconoció una reducción en el ritmo de crecimiento en la apertura de nuevas sucursales y estableció que la aparición y uso de la figura de corresponsales bancarios son los responsables.

Acentuó que los costos operativos de los servicios bancarios a través de una sucursal son por lo menos 75% mayores a los que se realizan por otros canales.

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