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Cuando vas a pedir un préstamo, lo deseable, por supuesto, es conseguir una tasa baja para pagar menos intereses.
Sin embargo, una recomendación es que no te dejes guiar exclusivamente por ésta, ya que no es determinante para el éxito de un crédito, explica Ernesto Gómez, director comercial de Finmex.
“Es importante que se mida la tasa de interés, pero que no se caiga en el tabú de que como es alta no va a funcionar. Es necesario ver esta tasa a una proyección dentro de los gastos de la empresa, así prácticamente no pega. Ya sabes cuánto vas a pagar de capital y de tasa de interés, tienes que hacer un pago mensual y sólo lo tienes que correr en los estados financieros”, explica el especialista.
Es importante que tomes en cuenta los periodos de gracia que te pueden otorgar durante este crédito. Por ejemplo, si pides un crédito de capital de trabajo, la entidad financiera puede darte algunos meses de gracia al inicio en lo que arranca el proyecto y esto representa para ti un beneficio. No sólo es el porcentaje de la tasa lo que importa, sino el monto que te va a prestar la institución, los requisitos que te va a pedir o flexibilidad en el periodo del crédito. Muchas veces por estas otras variables conviene pagar una tasa no tan baja.
La recomendación de Finmex es que analices todas estas variables, pero que no aceptes una tasa de más allá de 30% porque ésta es alta y quizá indique que tu negocio no es tan viable porque a la institución que te va a prestar le representa un riesgo muy alto.
Entre otras recomendaciones: no se te ocurra pedir un crédito personal para utilizarlo en tu negocio, las tasas suelen ser mucho más altas. Entrega la documentación completa y toda junta, no lo hagas a cuentagotas. Si necesitas 55 mil 750 pesos de crédito, pide justamente esa cantidad y no más sólo por redondear. Recuerda que es dinero que te está costando pagar.
