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A una semana de que inicie la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, se comprometió a dar al Senado de la República información oportuna sobre el proceso
Sin embargo, reiteró que México no develará su estrategia, para evitar bloqueos de empresas estadunidenses que pudieran sentirse afectadas.
Luego de que senadores pidieran ser incorporados y conocer el detalle de las conversaciones desde un “cuarto de junto”, el funcionario compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores, ante la que indicó que el país está listo para las pláticas.
Así, tras una exposición inicial, los senadores y el funcionario dialogaron durante casi dos horas sobre los detalles de la renegociación, que iniciará el 16 de agosto.
Aunque se tiene como un objetivo inicial concluir el proceso a principios de 2018, insistió que México “no va a ceder sustancia por rapidez”, por lo que el plazo de conclusión de las pláticas no es fatal. El objetivo es realizar reuniones cada tres o cuatro semanas para que hacia diciembre se tengan entre siete u ocho rondas de negociación.
La presidenta de la comisión, la panista Gabriela Cuevas, recibió a Guajardo con la petición de conocer detalles sobre los objetivos de la renegociación, balance, expectativas y, sobre todo, conocer cómo llega México a las conversaciones.
En respuesta, Guajardo Villarreal dijo que “seremos oportunos, transparentes y estaremos informando sobre todo al Senado”.
En su exposición inicial indicó tres áreas de preocupación sobre el proceso: una “fijación extrema sobre el concepto de déficits comerciales”, cuando lo que se requiere es un “rebalanceo comercial, pero siempre y cuando logremos mejorarlo a través de expansión del comercio, no a través de restricción”.
Otro tema es el capítulo 19 relativo a la resolución de controversias, sobre el cual la Comisión Permanente del Congreso pidió al gobierno no permitir su cancelación, y además el punto relativo a salvaguardas.
Pidió cautela en ese tema, que exenta o le da licencia a estos tres países a no ser tratados igual que al resto del mundo.
“Dar la tentación de utilizar instrumentos que ya habían sido desincentivados a ser usados en América del Norte sería como abrir la Caja de Pandora de nuevo. Y los más afectados no serían necesariamente sólo los exportadores mexicanos, pudieran ser los exportadores estadounidenses”, dijo.
Guajardo Villarreal también pidió a los senadores ser intermediarios y conversar con los empresarios agropecuarios, para permitir la importación de granos de Argentina y Brasil, lo que permitiría a México una herramienta de negociación ante Estados Unidos y Canadá.
“Les he dicho a los empresarios, y sobre todo agricultores, que si quieren una buena negociación al norte necesitan darnos el mandato para poder abrir fuentes alternativas al sur. De otra manera, mi posición en la mesa del norte no tiene credibilidad”, afirmó.
Pidió “ser lo más ambiciosos posible” en la búsqueda de mercados e incorporar todas las disciplinas.
Esto porque, recordó, hay resistencias del sector privado mexicano. “Yo necesito tener una plataforma de acción inmediata con Brasil, con Argentina, quienes nos tienen restringido el mercado automotriz a un tema de cuotas, y en donde nosotros los tenemos prácticamente neutralizados como fuentes de oferta y acceso a granos y oleaginosas”.