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En 2012, Filemón García fue acusado de formar parte de la red de lavado de dinero de Los Zetas. Dos años después, la Procuraduría General de la República (PGR) lo exoneró del delito.
En 2016, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) lo sacó de su lista y hoy tiene liberadas sus cuentas y está a punto de recuperar su visa como inversionista para entrar a Estados Unidos.
“Se me está pidiendo información adicional. Es lo único que me falta, ya puedo mover mi dinero en Estados Unidos”, indicó.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el director general de la casa de cambio Prodira, ubicada en Zacatecas, presume que pudo convencer sin abogado al Departamento del Tesoro de Estados Unidos de que no tuvo vínculos con el crimen organizado y hoy su principal batalla es con los bancos mexicanos, los cuales no quieren tener relación financiera con él.
Ante esto, García explicó que “algunos bancos pequeños y uno grande” ya se han acercado para poder realizar operaciones financieras en México, y confía en que en algunos meses su situación regrese a la normalidad.
Dijo que la autoridad estadounidense fue abierta a atender su caso, pero fue un tema muy complicado, que tuvo implicaciones morales y financieras para él y su familia.
“Le pedí al [Departamento del] Tesoro que hiciera una investigación exhaustiva, de fondo. Le di explicaciones de cómo se me atropelló en México, particularmente la PGR, cuando Marisela Morales se sentía la mujer de hierro. Atropelló no solamente a Filemón García, sino a su familia y sus empresas, y después me di cuenta que somos varios empresarios a quienes se afectaron sus patrimonios”, explicó.
La historia de García se remonta a 2000, cuando el gobierno de Estados Unidos lo acusó ante las autoridades mexicanas.
Cuando se realizó este proceso tenía 38 casas de cambio operando en Zacatecas y otros estados del norte del país; actualmente, 15 de ellas volvieron a abrir.
El encuentro antilavado. En julio de 2015, García asistió a la 90 conferencia anual antilavado de dinero y delitos financieros que se realizó en Cancún. Uno de los principales atractivos fue la presencia de Andrea Gacki, subdirectora interina de la oficina de control del Departamento del Tesoro de EU.
Ante los conferencistas y público, García increpó a la funcionaria ante su negativa de borrarlo de su lista negra. La presencia de su nombre en el listado le impedía realizar negocios tanto en México como en otros países.
“Me ha perjudicado mucho porque otras autoridades en Estados Unidos se han quedado con parte de mi dinero. No puedo ir a declarar a la Corte porque me detienen. Ya la investigación en México se terminó, pero me desprestigiaron como de lo peor de la sociedad”, dijo en ese entonces.
Su acercamiento con las autoridades estadounidenses dio resultados y un año después recibió un documento del Departamento del Tesoro, “donde me dicen: disculpe usted, su nombre está fuera, puede hacer uso de su actividad normal dentro del sistema financiero mexicano, en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo”.
En términos prácticos, Filemón García logró que en un año la OFAC lo limpiara de su lista, después de comprobar que no tenía vínculos en su operación con el crimen organizado.
Actualmente, la casa de cambio ha recuperado sus operaciones, aunque siguen las dificultades en su trabajo ante la falta de un banco en México que le permita realizar transferencias.
Sobre el caso de Rafael Márquez y Julión Álvarez, García confía en que puedan demostrar que son inocentes, aunque teme que puedan terminar en una historia similar a la suya.